La importación privada de diésel y gasolina tenía trabas por los varios requisitos a cumplir, la burocracia y excesivos trámites y la autorización de un solo año que no permitía planificar una inversión y recuperación del capital.

Luego de que el Gobierno mediante Decreto Supremo 5313 disminuyó y flexibilizó los trámites para la importación de combustibles, los industriales y analistas ven menores trabas y burocracia, y observan mayores incentivos.

Con la norma se amplió de uno a tres años la autorización para que personas naturales o jurídicas del sector privado puedan importar y comercializar combustibles y se reducen los requisitos para este fin. Además, hasta ahora solo se podía internar del exterior diésel y ahora se podrá traer gasolina con arancel cero.

El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Pablo Camacho, indicó que anteriormente la norma para importar incluía excesiva burocracia, varios requisitos y la autorización de un año para que el sector privado pueda importar era mínimo.

“Este tema del plazo, se expresó a las autoridades que no se puede programar una millonaria inversión solo para un año. Otro problema es que los surtidores privados que importen no pueden vender gasolina y diésel de YPFB. Había ese tipo de barreras”, precisó.

Sin embargo, un problema que no se resuelve es la falta de dólares para que se pueda realizar las importaciones, agregó.

El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, opinó que la libre importación y comercialización de diésel fue arrancada al Gobierno casi de manera forzosa ante los problemas de abastecimiento que se presentaron.

Sin embargo, los procesos y trámites de autorización eran complejos en el procedimiento, con papeles, permisos, tiempos, burocracia y, además, la autorización sólo era por un año. “Se necesita construir infraestructura de almacenamiento para importar, hay interesados en adecuar instalaciones de tanques, pero no están en norma”, observó.

Por eso, dijo que trabajar e invertir para importar combustible, solo por un año, no era prudente y es muy poco tiempo para recuperar la inversión.

Por eso ahora el nuevo Decreto puede ayudar en los trámites, si esto es ágil para conseguir el combustible de manera oportuna. “Esto va ir avanzando y el modelo en los próximos años terminará siendo privado. El Gobierno se da cuenta que el país camina en otra dirección, YPFB ya no da para abastecer el mercado y el alivio puede venir del sector privado para disminuir las filas en estaciones de servicio”, puntualizó Ríos.

La norma

El decreto amplía la vigencia de la normativa para importar carburantes de un año a tres, ofreciendo mayor estabilidad a las empresas importadoras. En la actualidad, un total de 36 empresas están habilitadas para consumo propio, con una capacidad de importación de 28 millones de litros mensuales y una empresa autorizada para importación y comercialización, con un volumen de 20 millones de litros anuales.

El ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, informó que entre las modificaciones más relevantes se encuentra la agilización del trámite de homologación de certificados de calidad emitidos por Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca).

«Ahora, con la presentación del certificado original o una copia legalizada con firma digital, se podrá habilitar este requisito sin demoras adicionales», resaltó.

Otra reforma importante es la ampliación de entidades autorizadas para certificar el almacenamiento de productos en tanques, anteriormente restringido únicamente a Ibnorca. Este cambio amplía las capacidades operativas de los importadores y facilita la entrada de nuevos actores en este mercado.

Asimismo, la autoridad señaló que se introdujeron ajustes al registro en la Dirección General de Sustancias Controladas, reduciendo requisitos y estableciendo un plazo de 10 días para la reglamentación de estos procedimientos.

Además, aquellos con registros vigentes podrán renovarlos de forma directa, mientras que los nuevos solicitantes se beneficiarán de un trámite más ágil.

Respecto a las autorizaciones de compra local, su vigencia se extendió de 30 a 120 días, con la posibilidad de obtener permisos para la importación de combustibles. Otro punto destacado por Gallardo es la liberación del gravamen arancelario, por el lapso de un año, para la importación de gasolinas, alineándose con las exenciones ya vigentes para el petróleo y el diésel. «Estas medidas facilitarán la importación y comercialización, beneficiando especialmente a sectores como el agro y la minería, que cuentan con divisas suficientes para invertir en esta actividad», agregó.

Fuente: Visión 360