Unos $us 100 millones de los $us 450 millones se ejecutarán en una primera fase, con una planta piloto de 1.000 toneladas (de carbonato de litio)
El ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, dijo que el modelo de negocio con la empresa rusa Uranium One Group contempla una etapa de construcción, un contrato para la operación y mantenimiento y otro para la comercialización para la extracción de litio.

Ayer, la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) firmó el convenio con la firma mencionada en la que se compromete una inversión de $us 450 millones para la construcción de la planta.

Así, en entrevista con EL DEBER, la autoridad explicó que este esquema se debe a que la misma ley de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), establece ciertas restricciones, por lo tanto, se ha tratado de articular desde el punto de vista legal para operar de esa manera.

Molina considera que con este sistema se ahorrará tiempo.  “Unos $us 100 millones del monto mencionado serán en una primera fase, con una planta piloto de 1.000 toneladas (de carbonato de litio), la segunda fase estamos hablando de una planta que estaría en el orden de las 8.000 para llegar a las 14.000 toneladas».

De acuerdo con el reporte de la agencia ABI, cada fase y la ampliación de la capacidad de producción estarán sujetos a rigurosos análisis de datos del pilotaje, estudios geológicos y ambientales de reservorios de agua cruda y salmuera virgen, capacidad de recarga de los reservorios, recuperación de litio, eficiencia de la infraestructura, entre otros.

El convenio tendrá una vigencia de dos años y permitirá que la producción genere divisas para el país, según la agencia estatal, en un mediano plazo, además, de estudios técnicos con el objetivo de proyectar una planta industrial con mayor capacidad de producción.

YLB recordó que, como establece la Constitución Política del Estado, el convenio firmado no otorga ninguna concesión a la empresa rusa, ni derecho de propiedad sobre los recursos naturales existentes en el Salar de Uyuni, que son de propiedad y dominio directo, indivisible e imprescriptible del pueblo boliviano.

La tecnología EDL permite reducir tiempos y costos en la obtención de carbonato de litio, materia prima para la fabricación de baterías.

La técnica de las piscinas procesa la materia prima en hasta dos años y medio, en cambio la EDL lo obtiene en “dos a tres horas”. “Es totalmente distinto el flujo”, destacó Molina.

Fuente: El Deber