La petrolera lanzó un piloto para geonavegar las perforaciones horizontales en Vaca Muerta con un software de inteligencia artificial que corregirá sin intervención humana la traza de los pozos.

El desarrollo de automatizaciones con inteligencia artificial fue clave también para mejorar el control de los pozos productivos.

¿Es posible consumar la autopsia de un pozo petrolero?

A esa tarea está abocado un equipo de YPF con sede en la base de Loma Campana en Neuquén. La compañía lanzó la iniciativa inédita de efectuar una geonavegación post-mortem de unos 100 pozos perforados en Vaca Muerta.

¿En qué consiste este proyecto disruptivo?

Todos los pozos horizontales en plays no convencionales que efectúa la petrolera controlada por el Estado cuentan con el soporte de un equipo de geonavegación, que monitorea en tiempo real la telemetría del pozo a medida que el trépano va rompiendo la roca. Se busca la máxima precisión para que el pozo aterrice donde lo proyectaron los geólogos.

Una diferencia de 2 o 3 metros con el modelo trazado por los técnicos puede modificar significativamente la productividad de los pozos. Por eso, la base de Loma Campana, el desarrollo que abrió la puerta de Vaca Muerta, posee una sala equipada con múltiples pantallas que a través de distintas interfaces de análisis de datos permiten visualizar la trazabilidad de la perforación. Ahora, YPF dará un paso más en la senda de la innovación. Ya no solo geonavegará los nuevos pozos que realice en Vaca Muerta.

También simulará una geonavegación de unos 100 pozos que fueron perforados sin el soporte de esta tecnología. Por eso post-mortem. La explotación de shale oil en Loma Campana es un enclave tecnológico de última generación. YPF pretende extraer de ese campo –cuya propiedad reparte en partes iguales con Chevron– unos 100.000 barriles de petróleo en los próximos dos años. En esa dirección, no escatima en la incorporación de equipamiento y software. «El lema es siempre correr los límites un poco más allá», destaca Pablo Bizzotto, vicepresidente de Upstream, que narra –sin disimular su ansiedad– que la empresa puso en marcha un piloto para geonavegar los pozos con inteligencia artificial. Es decir, sin asistencia humana, íntegramente a partir de los comandos de un software que YPF desarrolló con una firma especializada en el campo de machine-learning a nivel global. «Va a ser el primer experimento de inteligencia artificial en geonavegación. La máquina irá dando órdenes permanentemente sin interrupción humana.

El sistema podrá reinterpretar la información del subsuelo en base al modelo seteado por los geólogos. Y en comunicación con el directional driller de la compañía de servicios le va a ir diciendo cuántos grados debe modificar para respetar la traza del modelo», detalla Bizzotto. La conversación telefónica con TRAMA se concreta una semana después de que este medio recorriera, en una visita organizada por IDEA, las últimas innovaciones de Loma Campana.

Navegar en las entrañas del subsuelo

El estudio de los subsuelos de la regional no convencional de YPF en Vaca Muerta se divide en dos grandes grupos. Por un lado, está la gerencia de estudios, donde trabajan geólogos, geofísicos y petrofísicos quienes definen dónde perforar los pozos y a qué nivel vertical. Analizan cómo se comportan esos pozos e intentan determinar qué volumen de hidrocarburos van a producir. Por otro lado, está el equipo de geociencias y reservorios, integrado por ingenieros en reservorios y geólogos, enfocado en la ejecución del plan e interactuando con los sectores vinculados a la operación.

Un subgrupo dentro de geociencias y reservorios se dedica a la geonavegación, con el objetivo específico de asegurar que las ramas horizontales de los pozos queden en el mejor sector desde el punto de vista geológico para garantizar una mayor productividad. YPF inauguró en junio de 2018 una sala especialmente destinada a la geonavegación, que cuenta con 15 personas asignadas tiempo completo.

Fuente: Econojornal – Gentileza TNS Latam