El presidente Alberto Fernández dijo que comparte con su par de Bolivia, Luis Arce, “las miradas de poner igualdad y justicia en nuestros países, preservar el Estado de derecho, proclamar la unidad de las fuerzas populares y construir una América Latina que se integre”. “Bolivia siempre estuvo dándonos gas, aun en los momentos difíciles.
Cuando nos hizo falta, llamé con algún grado de preocupación a mi amigo Lucho y siempre encontré la respuesta de un hermano y siempre lo pudimos resolver”, dijo Fernández en la localidad boliviana de Yacuiba, donde se inauguró el electroducto Juana Azurduy de Padilla, la primera vinculación de energía eléctrica entre ambos países. Durante su discurso, el jefe de Estado argentino ponderó con especial dedicación el trabajo realizado por las autoridades bolivianas y dijo que “una de esas pruebas de como trabaja” el Gobierno de ese país “para el progreso de América del Sur” se puede observar en esa obra “que lleva energía a la Argentina”. Con esta iniciativa, la primera en materia de interconexión eléctrica internacional, Bolivia podrá conectarse al sistema de transporte de alta tensión y dejar de ser el único país limítrofe argentino que no estaba incorporado al mismo. Para la Argentina, la importación de energía desde ese país vecino redunda en una mejora en los niveles de tensión en el área norte del NOA, especialmente en horas de alta demanda.
“Esta obra no sólo es mayor bienestar para las familias argentinas, sino también la industria argentina, donde se genera el trabajo, lo que lleva tranquilidad a las familias”, señaló Fernández y dijo que su administración trabajó “denodadamente en favor de la creación los puestos de trabajo”. En ese sentido, subrayó las gestiones realizadas para que “las empresas tengan la energía para producir y dar trabajo” aun en momentos difíciles. Por su parte, Arce destacó que a Bolivia y a la Argentina los une la hermandad y “mucha historia”. “Somos actores de la misma política. Tenemos las mismas raíces. Nos unen héroes y heroínas como Juana Azurduy de Padilla. En momentos como estos, en los que nos sentimos sudamericanos, latinoamericanos, nos sentimos hermanos”, dijo. Arce señaló que más allá de que cada dirigente va peleando “por mejorar la vida” de su propio pueblo, si trabaja en unidad, se puede “mejorar la calidad de vida” de cada boliviano y de cada argentino. Fernández había aterrizado en el aeropuerto de Yacuiba a las 12.47, donde fue recibido por una formación del Ejército boliviano.
Desde allí, el mandatario nacional recorrió cerca de 40 kilómetros hasta la estación eléctrica, dónde lo esperaba Arce. Los mandatarios y sus colaboradores mantuvieron una reunión bilateral por más de una hora. Según se informó oficialmente, los mandatarios repasaron el avance de los acuerdos suscriptos y Alberto Fernández ratificó el interés de la Argentina para el desarrollo conjunto de proyectos que involucren a toda la cadena de valor de minerales como el litio, que otorguen valor agregado a las exportaciones de ambos países y promuevan la capacitación de técnicos y científicos.
Los presidentes remarcaron el potencial para incrementar y diversificar el comercio bilateral a través del trabajo conjunto entre los organismos técnicos de ambos países, con el fin de facilitar el acceso al mercado para los productos de interés de ambos países. Por otra parte, destacaron el Encuentro de Presidentes de los países de América del Sur, que se desarrolló en Brasil el martes último, ya que América del Sur se encuentra nuevamente ante la posibilidad y la necesidad de reafirmarse como región, reconstruyendo un espacio de intercambio, concertación e integración que permita el desarrollo de políticas orientadas a potenciar las capacidades individuales y construir sinergias entre sus Estados miembros. Luego ambos encabezaron el acto de inauguración del electroducto frente a cerca de 3000 personas de Yacagua. El electroducto Juana Azurduy de Padilla forma parte del Memorándum de Entendimiento para el Intercambio que se firmó el 27 de agosto de 2014.
En 2018 Bolivia anunció inversiones para ampliar la Termoeléctrica del Sur, ubicada en Tarija, hecho que ahora le permitirá exportar energía eléctrica al norte de Salta y Jujuy, a razón de 100 a 200 megavatios en una primera etapa. Con ese objetivo se construyó un electroducto de 132 Kv y 110 km de longitud, denominado Juana Azurduy de Padilla, de dos subestaciones: una en la localidad de Yaguacua, en el sur de Bolivia, y otra en la ciudad salteña de Tartagal, Argentina.
Fuente: Agencias