Los nuevos ejecutivos de la CBHE se comprometieron a buscar “nuevas oportunidades de negocio en el país”.
La Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía de Bolivia (CBHE) consideró este martes que el país tiene las condiciones geológicas para emprender nuevos proyectos en el área, pero que son necesarias “adecuaciones y un marco normativo” que garanticen competitividad y atraigan inversiones.
La institución informó en un comunicado sobre la renovación de su directorio para el periodo 2022-2024, que se trazó el objetivo de impulsar proyectos conjuntos entre los sectores público y privado para reactivar al sector y aumentar la producción local en un mediano y largo plazo.
“Esto, con la convicción de que Bolivia tiene condiciones geológicas, aunque se requieren adecuaciones y un marco normativo que garantice la competitividad y permita atraer inversiones”, se indica en la nota.
El nuevo directorio está presidido por Pedro Ribeiro, de la subsidiaria de la francesa Total en Bolivia y le acompañan Mariano Ferrari, de la española Repsol en la vicepresidencia, Diego Merchan de Confipetrol en la tesorería y David Caballero, de SLB en la secretaría general, detalló la CBHE en un comunicado.
La cámara agrupa a más de medio centenar de empresas petroleras que operan en territorio boliviano.
“El directorio asume en un momento de grandes desafíos para el sector y considera que cada una de las empresas asociadas a la institución, junto con mantener la eficiencia y la sostenibilidad de sus actividades, debe buscar nuevas oportunidades y condiciones para proyectarse en el mediano y largo plazo”, dice en el comunicado.
Por ello, centrarán sus esfuerzos en acciones para posibilitar nuevos proyectos “que puedan contribuir a enfrentar la declinación natural de la producción y a mantener a Bolivia como un actor importante dentro del mercado regional del gas”.
El sector advirtió de que esto precisará una adecuación a las condiciones “que hoy imperan en la industria de la energía a nivel mundial” y que han generado una mayor competencia para atraer recursos financieros y técnicos.
Los nuevos ejecutivos de la CBHE se comprometieron a seguir trabajando en los proyectos que están en ejecución y buscar “nuevas oportunidades de negocio en el país, en conjunto con las diferentes instancias de Gobierno”.
Para el directorio, esto es necesario para garantizar la producción de hidrocarburos y el cumplimiento de los compromisos que Bolivia ha asumido, pero además “para aumentar la oferta y proyectar al sector en el largo plazo”.
“Los próximos años serán decisivos para la industria a nivel regional en lo que se refiere a la inversión en Upstream (exploración y producción), lo que ratifica la importancia que tendrá el gas en las próximas décadas como el combustible esencial en el proceso de transición energética”, agregó la CBHE.
El gas natural fue el principal producto de exportación de Bolivia y el mayor sustento de la economía boliviana en las dos últimas décadas, con sus principales mercados en Argentina y Brasil.
En los últimos años se ha advertido una disminución en la producción y los ingresos por la venta de hidrocarburos debido a las oscilaciones de los precios en los mercados externos.
Un informe de certificación en 2018 determinó que Bolivia contaba con 10,7 trillones de pies cúbicos (TCF) de reservas probadas de gas natural, que se calculó tengan una duración de 14,7 años.
Desde 2006, cuando el Gobierno boliviano nacionalizó los hidrocarburos, el sector privado invirtió más de 15.000 millones de dólares en coordinación con el Ministerio de Hidrocarburos y la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), lo que contribuyó a generar ingresos por unos 40.000 millones de dólares por concepto de renta petrolera.
Fuente: Página Siete