La demanda mundial de energía se duplicará con creces y la solar y la eólica representarán dos tercios del total
Statkraft Global lanzó su escenario anual de bajas emisiones y destacó la importancia de combinar la sostenibilidad, la asequibilidad y la seguridad energética para lograr la transición a la energía renovable. Según Christian Rynning-Tønnesen, CEO de Statkraft Global, la mitigación del cambio climático es más urgente que nunca. “La temperatura global ha aumentado 1,1 °C por encima de la época preindustrial y estamos sintiendo los efectos en forma de huracanes, incendios forestales e inundaciones. Con los niveles actuales de emisiones, existe el riesgo de una posible catástrofe climática”, dijo.

El estudio mostró que la transición a un sistema de energía renovable significa dejar de depender de los combustibles fósiles. “Debemos reducir las emisiones de CO2 en un 60% para 2050. Este escenario podría limitar el calentamiento global a 2°C. Y se necesita una transición aún más rápida para alcanzar la meta de 1,5°C”, enfatiza el CEO y presidente de Statkraft Brasil, Fernando De Lapuerta.

Según el informe, los precios temporalmente altos de los metales aumentaron los costos asociados con la energía solar y eólica, pero no afectaron la competitividad de estas tecnologías renovables en comparación con las tecnologías de energía fósil, como los precios del petróleo, el gas y el carbón, que tuvieron una tasa de aumento. mayor que a principios de 2020.

Además, en general, hay fuentes abundantes de metales, pero la cadena de suministro de metales esenciales para la transición energética se concentra en unos pocos países. “Las inversiones y la diversificación de la capacidad productiva son vitales para reducir la vulnerabilidad y acelerar la transición energética”, revela el estudio.

Sin embargo, la demanda mundial de energía se duplicará con creces para 2050, y la energía solar y eólica representarán dos tercios del total. El estudio muestra que las energías renovables abastecerán el 80% del sistema energético mundial en 2050. “La electrificación es una forma eficiente de utilizar la energía. Un motor eléctrico utiliza un tercio de la energía en comparación con un motor de combustión. Los vehículos ordinarios serán completamente eléctricos para 2050, con algunas celdas de hidrógeno, lo que sacará de circulación una demanda diaria de más de 20 millones de barriles de petróleo”.

Como resultado, la expansión de la energía solar en Europa se está acelerando debido a las ambiciones de energía renovable y la necesidad de reducir la dependencia del gas ruso. El estudio revela que Europa tendrá más energía solar en 2030 de lo esperado antes de la guerra en Ucrania. “La crisis energética en Europa pone de manifiesto la necesidad de estimular la transición de fuentes de energía fósil a energías limpias”, destaca el informe.

El estudio también destacó que en un sistema energético dominado por energías renovables dependientes del clima, es crucial contar con soluciones que contribuyan a equilibrar la oferta y la demanda de electricidad en períodos cortos y largos.

Resolver el desafío de la flexibilidad de una manera rentable y ambiental es fundamental para el desarrollo de un sistema de energía renovable. “Existen diferentes soluciones flexibles para períodos cortos, como las baterías”, muestra el estudio.

La energía hidroeléctrica es hoy la fuente renovable más grande del mundo. “La energía hidroeléctrica es una de las pocas soluciones capaces de cubrir los requisitos de flexibilidad durante largos períodos, como días y semanas completos, y sin duda desempeñará un papel de liderazgo en el sistema energético mundial para 2050”, informa el estudio.

Además, el informe señaló que es fundamental ampliar la capacidad de las energías renovables, así como electrificar la industria, el transporte y parte de las edificaciones, implementando energías limpias y renovables, pues además tienen costos más bajos que las fuentes de energía fósil. “La electrificación utiliza la energía de forma eficiente, reduce las emisiones de CO2 y reduce la dependencia energética de fuentes fósiles”, destaca el estudio.

Fuente: Canal Energia