ENDE CORANI aporta actualmente 286,75 MW de energía hidroeléctrica al Sistema Interconectado Nacional (SIN), casi 95% más que en 2016, cuando sólo generaba alrededor de 147 MW de energía hidroeléctrica a partir de las centrales Corani y Santa Isabel ubicadas en la provincia Chapare de Cochabamba.Este incremento, fue posible gracias a que entre 2018 y 2019, ingresaron en funcionamiento dos nuevas y modernas centrales hidroeléctricas ubicadas aguas abajo: San José 1 y San José 2, sumando entre ambas 124 MW de potencia instalada. Asimismo, se incorporó una moderna unidad generadora en la Central Hidroeléctrica Corani, adicionando 15,45 MW.
Además del incremento proveniente de las centrales hidroeléctricas de ENDE CORANI, el 2017 ENDE también puso en funcionamiento la moderna infraestructura de la Central Hidroeléctrica Misicuni, un proyecto relegado por más de medio siglo, que actualmente posee una potencia instalada de 120 MW y que ha coadyuvado determinantemente a mitigar el problema de escasez de agua en Cochabamba.
“La generación de energía eléctrica a través de nuevas centrales permite la reactivación y desarrollo socioeconómico del país, y si estos proyectos además son de energía renovable, contribuyen al cambio de la matriz energética en favor del medio ambiente y de la optimización del uso del gas”, explicó Álvaro Herbas Camacho, Gerente General de ENDE CORANI, empresa encargada de operar y administrar todas las centrales hidroeléctricas de ENDE en Bolivia.
Actualmente ya se vislumbran más nuevas y modernas centrales hidroeléctricas en Bolivia. ENDE ejecuta a través de su filial ENDE CORANI el Proyecto Hidroeléctrico Miguillas en La Paz, que sumará 205 MW al SIN. A la par, la filial ENDE VALLE HERMOSO, construye el Proyecto Hidroeléctrico Ivirizu, que aportará 290.2 MW de potencia instalada al SIN, y que hasta el mes de septiembre de este año, ya ha reportado un avance de ejecución física de la obra del 65%.
“La energía hidroeléctrica es vital para el país, más aún si contamos con embalses que permiten regular y almacenar el agua para garantizar la disponibilidad de energía eléctrica incluso en la época no lluviosa, o cuando otras fuentes como el sol y el viento presentan variaciones de acuerdo a la época del año. Como un país en crecimiento poblacional, sabemos que cada día se incrementa la demanda de energía eléctrica, y esa es la razón por la que continuaremos ejecutando más proyectos de esta envergadura”, finalizó Herbas.
Fuente: Energía Bolivia