El presidente de la estatal, Armin Dorgathen, sostuvo que en 2022 se adquirió la mayor cantidad de este aditivo, pero que las normas nacionales limitan la compra de más producto, como pide el sector industrialEn 2022, la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) adquirió la mayor cantidad de etanol, sin embargo, la normativa boliviana limita ampliar la mezcla, informó a EL DEBER el titular de la empresa, Armin Dorgathen. El ejecutivo añadió que otro problema del producto es su poca aceptación en el público, que sigue prefiriendo la gasolina especial.
En el sector industrial existe un descontento porque consideran que a Yacimientos no le interesa ampliar la compra de este aditivo natural, que se mezcla con la gasolina para obtener un mejor carburante y reducir la importación de combustible.
Los industriales sostienen que no existe la voluntad política para ampliar el uso del etanol, que tiene que exportarse ante la poca demanda de YPFB.
Consultado sobre este tema, el titular de Yacimientos indicó que en 2022 se compró la mayor cantidad de este producto. No obstante, sostuvo que existe una limitante, porque solo se puede mezclar hasta un determinado porcentaje.
“Este ha sido el año que más hemos comprado etanol. Pero hay una restricción porque la normativa te dice -que es la que maneja la ANH- hasta cuánto es el porcentaje de venta de la gasolina”, señaló Dorgathen.
El ejecutivo añadió que en el mercado “hay mucha mala campaña, porque mucho se ha dicho que va arruinar el vehículo”.
“Y hay que ser claro: el etanol que se vende en las estaciones de servicio no es un producto que la gente lo consuma. La gente sigue consumiendo la especial, porque hay un mal marketing”, señaló el funcionario estatal.
Consultado sobre la importancia de este producto en el abastecimiento del combustible dijo el etanol “te reduce la subvención, pero la gente prefiere gasolina especial”.
“Todo el etanol que podemos, lo compramos. Son 160 millones de litros; es lo que se tenía comprometido. El objetivo nuestro es usarlo. Lo mismo es (ocurre) con el biodiesel, pero solo se puede mezclar un 10%. Hay una capacidad de mezcla”, dijo.
En un reportaje publicado este domingo por EL DEBER, fuentes del sector agroindustrial indicaron que la tarea pendiente sigue siendo la falta de voluntad del Gobierno para apostar de manera plena por el bioetanol, un aditivo que, en la coyuntura actual de volatilidad del precio del petróleo, puede reemplazar el consumo y sustituir las importaciones de gasolina y diésel. Estas, de enero a agosto de este año, según las cifras del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), exceden los $us 2.778 millones. En 2021, en igual periodo, superaron los $us 1.042 millones.
Fuente: El Deber