El sector industrial se beneficia de una tarifa eléctrica subvencionada, inferior a la domiciliaria. También son favorecidos con la subvención estatal en diésel, gasolina y gas para sus procesos industriales. El Decreto Supremo (DS) N° 4794 no modifica este beneficio y su propósito es hacer un uso eficiente del gas para que beneficie a todos los bolivianos.
Esta norma ofrece ventajas al disponer un uso racional del gas natural que favorece la economía de los industriales, porque se conectarán a una fuente de energía eléctrica robusta, confiable y renovable como es la del Sistema Interconectado Nacional (SIN).
“La norma no le quita nada a nadie, claramente establece que las industrias que utilizan gas natural para producir electricidad deben migrar hacia la energía eléctrica y conectarse al SIN, como hacen todos los bolivianos”, expresó el viceministro de Electricidad y Energías Alternativas, Edgar Caero.
Además, el gobierno nacional, en el marco de su estrategia nacional de transición energética y su compromiso internacional de ayudar al cuidado de la Madre Tierra, ha incorporado hasta la fecha 1.157 megavatios (MW) de capacidad instalada con fuentes de energías renovables para generar energía eléctrica limpia que se inyecta al SIN.
El DS 4794 se enmarca en dicha estrategia, una medida que están asumiendo también otros países. El futuro no está en el gas, está en utilizar energías renovables, y Bolivia está en ese camino.
La industria nacional debe ser competitiva, modernizarse y ser eficiente para encontrar la ventaja competitiva. El gobierno da diversos incentivos y lo seguirá haciendo. En ese sentido, los volúmenes de gas que utilizan las industrias para su autogeneración eléctrica son mínimos, por lo que no debería repercutir en un incremento de su producto final.Por ello, no se justifica la advertencia de subir los precios de los productos, porque el DS 4794 no disminuye los volúmenes para la producción ni tampoco subirá el precio del gas.
El precio por la energía del SIN es una de las más bajas de la región y es subvencionada para todos los sectores, incluido el industrial. Por ejemplo, en Santa Cruz, el costo del kilovatio hora (kWh) es de aproximadamente Bs 0,58 en la categoría industrial, un precio más barato que el de la categoría domiciliaria, que es de alrededor de Bs 0,82 por kWh; además, los industriales tienen la posibilidad de acceder al SIN como consumidores no regulados. Todos estos elementos se traducen en un abanico de ventajas para reducir los costos de producción que tiene el sector industrial.
Fuente: Energía Bolivia