La primera etapa de la obra está prevista para el invierno del año que viene, con la que el Gobierno espera ahorrar USD3400 millones. Hay atrasos en la llegada de materiales y desde IEASA señalaron que se debe a las trabas administrativas del Ministerio de Desarrollo Productivo
El presidente Alberto Fernández encabezó un acto desde Vaca Muerta para anunciar, formalmente, el inicio del gasoducto Néstor Kirchner que deberá conectar la cuenca neuquina con Buenos Aires y Santa Fe. La obra es clave para aumentar la producción de gas que permita sustituir importaciones y generar divisas vía exportación. Con viento a favor –y no la tormenta de arenilla que arrasó durante el acto-, la primera etapa de la obra recién estaría lista en junio de 2023. Sin embargo, la construcción todavía no arrancó – en dos semanas se deberá licitar la obra de ingeniería – y ya se vislumbran algunos tropezones.
Desde IEASA indicaron a BAE Negocios que, si bien ya se licitaron los caños sin costura para Techint, habría retrasos en la llegada de estos materiales por trabas administrativas desde el Ministerio de Desarrollo Productivo. Por otro lado, el Ministerio de Economía, a cargo de Martín Guzmán, todavía no envío los fondos que faltan para completar la adquisición de los caños, estimada en una inversión de USD600 millones.
Tanto la industria petrolera como el Gobierno necesitan de la obra. Los primeros, que durante el acto estuvieron representados por Pan American Energy (Bulgheroni), CGC (Eurnekian), Tecpetrol (Techint), YPF, entre otros, porque están pisando producción ya no tienen cómo canalizar la producción ante la falta de transporte. Actualmente, se producen 130 millones de metros cúbicos diarios, cuando en invierno se necesitan 160 millones.
Por su parte, el Estado busca sustituir importaciones y generar divisas vía exportaciones. Con la primera etapa de la obra, prevista para el invierno de 2023, el Poder Ejecutivo espera ahorrar USD3400 millones. Con el proyecto finalizado, el ahorro sería de 6400 millones.
Sin embargo, tanto desde YPF como en IEASA indicaron a este medio que debería soplar mucho viento a favor para llegar al invierno de 2023 con la primera parte del proyecto. Esto implicará no tener ningún retraso en la adquisición de caños, válvulas y otros materiales como en la construcción de la obra.
“Todavía no es un atraso significativo, pero hace 20 días que estamos esperando que Techint pueda ingresar parte de los caños que se necesitan”, indicó a este diario una fuente que sigue de cerca la licitación. IEASA cuenta con la mitad de los fondos para la adquisición de los caños, que son los recursos del Aporte Solidario. El resto lo debe aportar el Tesoro. La partida ya fue creada pero hasta ahora es solo un asiento contable.
“Guzmán irá liberando los fondos a su tiempo”, entienden desde IEASA, lo que no deja de generar cierta preocupación por el escaso margen de error que existe en cuanto a los tiempos para llegar al próximo invierno.
El acto realizado en Añelo, tierra ventosa si las hay, reunió a las distintas partes en tensión dentro del Frente de Todos. En primera fila estuvo Federico Basualdo, el subsecretario de Energía eléctrica, némesis de Guzmán que no pudo ser echado de su puesto en el marco de una disputa por los subsidios energéticos. El ministro no se quiso perderse el acto y mandó un video desde Washington.
Fuente: BAE