Medios argentinos informaron que el vecino país comprará el gas de YPFB a $us 18 el millón de BTU, $us 10 más de lo que paga al momento.
La negociación que Argentina sostiene con Bolivia y Brasil para garantizarse la mayor cantidad de gas boliviano posible para los meses de invierno llegaron a los niveles más altos. En lo que respecta a YPFB, Ieasa dio por cerrado el acuerdo, mientras se confía en que los negociadores argentinos obtengan los mismos resultados con sus contrapartes brasileñas.
El presidente boliviano, Luis Arce, visitará el próximo jueves en Buenos Aires a su par argentino, Alberto Fernández, para tratar las negociaciones orientadas a la firma de la sexta adenda al contrato de gas entre las estatales Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) e Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (Ieasa).
“Decidieron encabezar ellos mismos la negociación por la provisión de gas natural para el invierno en Argentina, ya que lleva meses trabada y es un recurso importante para nuestro país», señaló el canciller del vecino país Santiago Andrés Cafiero.
En principio, Ieasa quería 14 millones de metros cúbicos (MMm3/día), mientras que YPFB ofrecía enviar de 6 a 7 MMm3/día en los meses de verano y 9 MMm3/día en los meses de invierno, una propuesta que luego subió hasta 12 MMm3/día para los meses más fríos del año.
Sin embargo, el 3 de abril pasado, el presidente de Ieasa, Agustín Gerez, informó que los envíos bolivianos llegarán hasta 16 MMm3/día para los meses más fríos del año. “Veníamos con un abastecimiento de 7,5 millones de metros de Bolivia, y esta semana va a llegar a 10 y 11 millones. Vamos a llegar a 16 millones de metros cúbicos (por día) a mediados de año”, detalló en declaraciones recogidas por el diario Clarín.
Hasta el momento, las negociaciones con Argentina se realizaron con la participación de Gerez y otros técnicos de Ieasa y de la Secretaria de Energía argentina, y con la aprobación del presidente Alberto Fernández y de la vicepresidente Cristina Fernández.
De acuerdo con Clarín, fuentes de Ieasa aseguraron que el convenio con Bolivia ya está cerrado.
El Gobierno rioplatense, asimismo, realiza intensas gestiones para que la administración de Jair Bolsonaro reduzca la demanda máxima de gas boliviano durante el invierno, para que YPFB pueda reorientar esos volúmenes al mercado argentino.
El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, informó que el próximo viernes se entrevistarán junto con el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el ministro brasileño de Minas y Energía, Bento Costa Lima, para profundizar la integración energética entre ambos países. En ese encuentro, se tratará la solicitud para que Argentina pueda comprar más gas de Bolivia.
Según Página12, Sciolí anticipó que ya se “iniciaron gestiones” para alcanzar ese acuerdo y que ya tuvieron una primera reunión con Costa Lima “para que se puedan tener por parte de Brasil algunos millones de metros cúbicos más durante el invierno”, una acción que sería compensada después. El acuerdo “está encaminado” y “en términos prácticos, Brasil cedería una parte de sus importaciones de Bolivia”, puntualizó.
El embajador recordó que la Argentina fue «muy solidaria con Brasil el año pasado, con su sequía y la caída de la producción hidroeléctrica». «Ahora lo que buscamos es que ellos nos ayuden con la provisión de gas, sin que eso implique una merma del fluido que usan para su propio consumo».
Medios y analistas argentinos ven el acuerdo con Brasil factible, ya que los embalses de las hidroeléctricas brasileñas se recuperaron, lo que repercutiría en una menor demanda de gas boliviano para la producción de energía.
Según Página12, al momento, Argentina paga unos $us 8 el millón de BTU por el gas boliviano y el nuevo contrato establecerá el desembolso de unos $us 10 adicionales por la misma cantidad. Es decir, Argentina comprará el gas de YPFB a $us 18 por millón de BTU, un precio que aún está por debajo de los entre $us 39 y 45 que invierte el vecino país para importar gas natural licuado (GNL).
Las negociaciones entre los tres países se dan en un momento en el que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha disparado las cotizaciones del petróleo en el mercado internacional y ha incrementado la demanda de GNL por parte de Europa, para romper su dependencia del gas ruso.
Fuente: El Deber