El primer piloto de fracking en el país, o Proyecto Piloto de Investigación Integral de Yacimientos No Convencionales (PPI), finalmente recibió el aval de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla). Se trata del proyecto Kalé, perteneciente a Ecopetrol,ubicado en el municipio de Puerto Wilches, en el departamento de Santander.
Dicha autorización, tan esperada por el sector de hidrocarburos, llega en un momento no solo donde el país busca ampliar su producción, en medio del contexto mundial de la crisis entre Rusia y Ucrania que ha impactado la oferta global de crudo, sino también en un panorama de elecciones electorales en el país. Y es que según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) la técnica de fracturación hidráulica, o fracking permitirían ampliar las reservas de crudo en Colombia hasta un rango de 22 años y las de gas entre 35 y 50.

Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP) ha venido afirmado que si esos pilotos salen adelante y se logran extender a cuatro o cinco proyectos adicionales, «esto le podría generar a mediano plazo, tres años, 450.000 barriles adicionales al país, que ayudarían a reemplazar los que se van perdiendo, e incrementar la producción».

Un aumento de la producción significaría, por ejemplo, que el gobierno Nacional, que recientemente anunció que suministraría 40.000 barriles diarios adicionales de petróleo a Estados Unidoscomo una medida para ayudar al país norteamericano a suplir las importaciones de crudo que realizaba desde Rusia, podría ejecutarse en el mediano plazo sin necesidad de redireccionar las exportaciones que se hacen a otros lugares como Asia.

En la actividad exploratoria, 2021 cerró con la perforación de 25 pozos, pero la ACP estima una recuperación de ese indicador para 2022, año que cerraría con un total de 65 pozos perforados. “Estamos hablando de multiplicar por cuatro las reservas, empezamos a hablar sobre 28 años más de estas que garantizarán la autosuficiencia”, explicó Sergio Cabrales, experto de la Universidad de Los Andes.

Al hablar de consumo interno, los datos van en aumento, pues de acuerdo con Campetrol, para febrero de este año la demanda agregada de los principales combustibles líquidos fue de 323,6 (Kbpd), 22,9% superior a la observada en enero. Y el el consumo interno de petróleo para las refinerías estaría en alrededor de 400.000 barriles diarios.

Fuente: La República