En Bolivia la temática de la industrialización del litio será abordada en un foro virtual llamado “Oportunidades y desafíos de la industria del litio”.
Argentina, Bolivia y Chile poseen el 68% de los reservorios globales de litio en forma de salmueras, de más práctico procesamiento y mayor rentabilidad de extracción. Además, este mineral está considerado en uno de los elementos que aporta al futuro de una sociedad ecológicamente sustentable, según el estudio “Litio en Sudamérica”, publicado por CLACSO (Consejo Latinoamericano en Ciencias Sociales) y el IEALC (Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe.
Según el estudio, frente a esta realidad, Sudamérica se coloca nuevamente de cara a la histórica disyuntiva estructural en torno a qué hacer con sus abundantes recursos naturales para saltar del subdesarrollo al post desarrollo o quedarse como trampolín para otros países desarrollados, más aún cuando los números muestran que las principales reservas mundiales de litio en millones de toneladas (t/a) son: Bolivia (21), Argentina, (19,3), Chile (9,6).
En Bolivia la temática de la industrialización del litio será abordada en un foro virtual llamado “Oportunidades y desafíos de la industria del litio”. El evento, abierto y gratuito, es organizado por La Razón, junto al periódico Clarín de Argentina, este 30 de marzo a las 17:30.
En él participará el experto boliviano en baterías y la cadena del litio, Herwing Borja, el analista chileno Daniel Jiménez, de la consultora IliMarkets, el presidente del Centro de Ingenieros de Argentina, Pablo Bereciartua y el inversionista paraguayo, Carlos Gill.
Borja abordará el tema “Cuáles son los eslabones de la cadena de la industrialización del litio”, Jiménez hablará sobre “Cómo encara Chile la industrialización del litio desde el punto de vista del negocio”, Bereciartua se enfocará en “Qué debe hacer un país hacer para ser un ´key player´ en la industria del litio” y, finalmente, Gill hablará de “Por qué el litio debe ser de interés de los inversionistas”.
Transición energética
El estudio dice que muchas miradas se han posado sobre este triángulo sudamericano, empezando por el “gigante asiático”, China o Alemania, cuna de la noción de “transición energética” y pionero en la innovación con fuentes renovables. Ante el escenario de incremento en la disputa geopolítica por el litio es fundamental observar el rol de América Latina, región que concentra las principales reservas del mundo.
Al respecto, continúa, para los tres países poseedores del oro blanco, la producción y posterior comercialización pasan por procesos complejos de sus propias normativas. Según los analistas de este estudio, Argentina se caracteriza por el dominio provincial de los recursos naturales introducido por la reforma constitucional de 1994, situación que favorece la explotación a gran escala, de hecho, hay más de 40 proyectos de extracción en diferentes etapas en manos de empresas transnacionales.
Bolivia, apunta el estudio en sus conclusiones, exhibe una posesión estatal del litio, que busca crecer en la cadena de valor a partir de controlar el mineral. En Chile, en cambio, si bien el Estado central también hegemoniza los recursos, el mismo apuesta a ellos bajo una impronta mercantilista que prefiere concesionarlos a privados para su explotación.
Por otro lado, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) ha demostrado que la carrera entre los tres países para ganar mercados ha empezado, por ejemplo, en Argentina, según la Secretaría de Minería del Ministerio de Desarrollo Productivo, actualmente existen dos proyectos en operación, Sales de Jujuy (Orocobre 66,5 %, Toyota Tsusho 25 % y JEMSE 8,5 %) y Minera del Altiplano (de la estadounidense Livent). Además de una mina en construcción y 18 proyectos avanzados. Estas actividades se encuentran principalmente en el noroeste argentino (NOA). Las estimaciones aseguran que una vez avanzados estos proyectos, la producción podría alcanzar 350.000 toneladas anuales.
En Chile, la empresa norteamericana Albemarle es una de las mayores proveedoras de litio para baterías de vehículos eléctricos y Sociedad Química y Minera (SQM), es la cuarta minera más grande de litio en el mundo, obtuvo ingresos por $us 1,86 millones en 2019. La capacidad actual de hidróxido de litio de la empresa es de 13.500 t/a, que se prevé que aumente a 30.000 t/a en 2023.
Finalmente, Bolivia posee reservas por 21 millones de toneladas de litio, la más importante en el mundo, la mayor parte en el salar de Uyuni, bajo el control del Estado al 100 %. El presidente Luis Arce aseguró que la agenda 2021-2025 de la industrialización del litio es prioridad para su Gobierno y presentó la convocatoria internacional para la Extracción Directa de Litio (EDL), que tiene el objetivo de acelerar el desarrollo del proyecto en los salares de Uyuni, Pastos Grandes y Coipasa, dado que la crisis política de 2019 coincidió con una protesta regional en Potosí por un decreto del ex presidente Evo Morales quien autorizó una sociedad mixta entre YLB y la alemana ACI Systems (ACISA) para producir hidróxido de litio.
Los mercados que demandan carbonato de litio boliviano principalmente son China, Rusia y Estados Unidos. En tanto, los países que requieren cloruro de potasio son Chile y Brasil, de acuerdo con datos de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB).
Fuente: La Razón