Los vehículos pesados ofrecen una doble oportunidad: para la industria energética y para las automotrices radicadas en el país En junio de 2019, la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) difundió su Visión 2030.Elaborado con la consultora Abeceb, es una hoja de ruta que las automotrices locales hicieron para no quedarse atrás en la transformación que experimenta a escala global su industria. Se convirtió en la base del plan estratégico que, seis meses después, se entregó a Alberto Fernández y luego se convirtió en el actual proyecto de ley que su gobierno impulsa para el sector.

En ese documento, se anticipa que, en regiones como América latina, la infraestructura atenta contra la expansión -y, en consecuencia, producción- de los vehículos eléctricos. En consecuencia, una de las alternativas para captar u$s 12.000 millones en posibles inversiones para las terminales locales era continuar con la fabricación de vehículos de combustión, algo por lo que en estos días se hace fuerza para extender más allá de 2041, como establece el proyecto.

En ese sentido, Vaca Muerta abrió una oportunidad: la utilización del gas para vehículos pesados. Las automotrices identificaron tres ventajas: amplia red de infraestructura, precio y disponibilidad del gas en la Argentina (y en la región); empresas líderes en tecnología GNL radicadas en el país; y mejoras de eficiencia. Según la Visión 2030 de Adefa, entre 20% y 30% de las ventas anuales de este tipo de automotores en la Argentina podía ser de unidades movilizadas a partir de gas natural licuado (GNL). De hecho, la sueca Scania ya comercializa desde hace dos años estos productos en el país. También lo hace su rival Iveco, que además produce un modelo (Stralis) con motor a gas natural comprimido (GNC) en su planta de Córdoba. En febrero, la italiana anunció inversiones por u$s 200 millones en la región. Parte de los desembolsos son para profundizar el camino avanzado por esa huella.

También las petroleras lo observan como un mercado atractivo y con potencial. Empresas como Tecpetrol, el brazo energético del grupo Techint, ven allí una fuente de demanda no estacional para Vaca Muerta. “El desarrollo del mercado del gas de la mano del transporte presado y de larga distancia incorpora una demanda no estacional para la producción de Vaca Muerta a lo largo del año”, resaltan.

Precisan que la demanda actual de gasoil equivale, en términos energéticos, a 40 millones de metros cúbicos de gas por día (MMm3/d). “Si la mitad del gasoil que se consume actualmente se reemplaza por GNC para uso en transporte, implicaría una demanda de más de 20 MMm3/d. Equivale a la producción de Fortín de Piedra”, razonan, en alusión al segundo yacimiento gasífero más importante del pais, que Tecpetrol opera en la formación no convencional, con una inversion superior a los u$s 2300 millones.

Tecpetrol también calculó el ahorro de costos logísticos. El costo de ciclo de vida (TCO) de un camión a GNC es 20% menor al de un modelo diesel. El tiempo de repago de la inversión en el camión es menor a dos años. Y, con los precios del diesel y el GNC de fines de 2021, el gasto en combustible por kilómetro sería un 50% menor. En términos macroeconómicos, significaría también sustitución de importaciones y, en consecuencia, ahorro de divisas, al reemplazar gasoil comprado en el exterior (u$s 1165 millones en 2019, más u$s 1056 millones en subsidios al mismo combustibles) por gas de producción nacional.

Eso, al margen de las ventajas ambientales. El gas vehicular reduce en un 20% las emisiones directas de dióxido de carbono (C02); un 90% el material particulado (es decir, hollín y humo) y un 50% las emisiones sonoras.

El grupo mismo lo experimentó, tanto en sus propias compañías como en su cadena de valor. NRG Propants, proveedor de arena de fracking de Tecpetrol, que recientemente puso en marcha una planta de u$s 200 millones en Vaca Muerta, incorporó a su flota 100 camiones de Iveco motorizados a gas y está en un plan de expansión para incoporar otros 500 vehículos con esta tecnología. Por su parte, Tenaris, la fabricante de tubos de acero sin costura del grupo, traslada parte de su producción desde su planta de Campana a Neuquén con tres camiones motorizados a gas.

En tanto, Ternium, la fabricante de aceros planos de Techint, moviliza parte de su producción de chapa entre sus propias plantas en la provincia de Buenos Aires (San Nicolás y Canning) con tres camiones motorizados a gas natural. Y, anticipan en el grupo, existen proyectos por parte de sus proveedores de transporte para incorporar entre cinco y seis unidades más a corto plazo.

Las tres empresas -Tenaris, Ternium y Tecpetrol- también analizan proyectos para movilizar a su personal en buses con sistemas de motorización de propulsión a gas.

TENDENCIA GLOBAL

Más allá de las iniciativas locales, la movilidad a gas es una tendencia que avanza a marcha cada vez más fuerte a escala global.

Desde fines del año pasado, por cuestiones medioambientales, en Nueva Delhi, la India, sólo pueden ingresar camiones eléctricos o motorizados a gas.

En tanto, la operadora postal UPS invirtió u$s 450 millones para adquirir 6000 vehículos a gas, con toda la infraestructura asociada a su utilización.

Por último, el gigante de comercio electrónico Amazon ordenó centenares de camiones a gas natural para reemplazar su flota actual por vehículos menos contaminantes.

Fuente: Cronista