La producción bajó de 61,3 MMmcd en 2015 a 46,31 MMmcd a julio de 2021. Según expertos, la situación es crítica y si no se hace nada pronto habrá que importar.

El consumo  de gas natural en el mercado interno se disparó a partir de  2006,  pero la producción comenzó a declinar desde 2015 y ahora el equilibrio entre oferta  y demanda es frágil, por lo que el país comenzó a incumplir el contrato  de venta con el mercado argentino.

Los datos oficiales  de YPFB Transportes y recopilados por la Fundación Jubileo revelan que en 2006 la comercialización llegaba a 4,29 millones de metros cúbicos día (MMmcd) y en 2018 alcanzó un pico de 13,55 MMmcd, debido al consumo industrial, eléctrico, al aumento de conexiones de gas domiciliario y a la conversión de vehículos a Gas Natural Vehicular (GNV).

En 2020 se redujo a 8,2 MMmcd y a septiembre de este año se reporta una recuperación hasta de 12 MMmcd, de acuerdo con datos  de YPFB, el Ministerio de Hidrocarburos,  procesados por la Dirección de Hidrocarburos y Minería de la Gobernación de Santa Cruz.

La  producción de gas natural  en 2015 alcanzó  61,33 MMmcd,  en 2019 bajó a 45,36 MMmcd y en 2020 llegó a 43,52  MMmcd.  A julio de este año llega a 46,31 MMmcd, revelan las cifras  del Ministerio de Hidrocarburos.

El presidente del Estado, Luis Arce, en su mensaje a la Asamblea Legislativa,  señaló que el volumen producido se incrementó este año en 4,4% y que la  producción de hidrocarburos líquidos pasó de 41.600  barriles día a 42.900 barriles día, lo que representa un crecimiento de 3,1%.

Los datos de la Dirección de Hidrocarburos de Santa Cruz dan cuenta de un volumen entregado para la comercialización promedio de 45,30 MMmcd entre abril y septiembre.

A Brasil se exportaron  19,51 MMmcd para cumplir el contrato con Petrobras y a  Argentina 13,33 MMmcd. Si se suma el mercado interno de 12 MMmcd, el equilibrio entre producción y demanda es frágil.

Para Hugo Del Granado, analista del sector,   la situación del país en términos de producción de gas es crítica. “Es una situación de crisis,  producto de años de rezago en tareas de exploración, lo cual se manifiesta en la imposibilidad de producir más”, lamentó.

Añadió que se cumple un año de gestión del gobierno de Arce y no hay ningún descubrimiento de reservas, tampoco una manera de ser optimista con el futuro.

A la frágil situación se suma la caída de la producción del campo Margarita en 2 MMmcd y el incumplimiento de volúmenes pactados con Argentina.

Del Granado sostiene que el crecimiento del consumo interno de gas es creciente porque hay mayor demanda por redes de gas domiciliario,  conversión de autos a GNV, requerimiento de la planta de úrea.

Álvaro Ríos,  exministro de Hidrocarburos, sostuvo que en el mercado interno no  faltará gas en lo inmediato,  pero hay problemas con la gasolina que en un 36% depende de importaciones  y diésel en un 71%.    “Si no se hace nada en 2030, se tendrá que importar gas, pero por los siguientes tres años aún se debe exportar 20 MMmcd a Brasil y siete  a cinco MMmcd hacia  Argentina.

La mayor parte de la producción de gas depende   de la oferta de los  campos Margarita, San Antonio e  Incahuasi que son los principales yacimientos. De los otros  la oferta es menor.

Mauricio Medinaceli, exministro de Hidrocarburos,  opinó que la falta de producción no es algo que pueda resolverse con un par de ajustes. “Quienes periódicamente seguimos al sector ya tuvimos esta ‘sorpresa’ hace años atrás. Y era cuestión de ver las cifras.  La producción boliviana de gas hasta el año 2014 todo era gozo y regocijo -aunque ya había señales negativas-,  la producción se incrementaba y las estadísticas fluían como agua en un manantial. Luego, a partir del año 2015 la situación comienza a estancarse y luego a declinar”, precisó en un análisis del sector en su blog.

Añadió que se llega a esta situación porque todo el sistema de gas y petróleo desde 2005 se configuró para cosechar y no sembrar. En ese contexto, el país tiene uno de los regímenes de regalías e impuestos más altos del mundo; el desempeño de YPFB fue desatinado y hubo  poco control por parte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos.

También hubo exploraciones fallidas y costosas, un marco legal desordenado, precios de combustibles subvencionados, no se crearon fondos para la “época de vacas flacas” y la Ley de Incentivos no funcionó.

Según  Medinaceli, se necesita un sistema tributario ajustable a la realidad de cada campo, que las reglas del sector se definan por ley y no por decretos o resoluciones ministeriales.

Por otra parte, de acuerdo con Medinaceli, cuando los productores venden el gas al mercado interno (sector eléctrico, redes de distribución y  planta de úrea) , la ganancia es negativa.

“Si a dichos precios de venta del gas restamos transporte, impuestos, regalías y costos, los resultados son absurdamente negativos. Entonces no existe, por parte de los productores, el incentivo para vender a nuestro mercado: una ganancia razonable. Por ello, es necesario eliminar, gradualmente, la subvención al precio del gas natural que es vendido al mercado interno. ¿Duele? Sí, pero considero que debe hacérselo”, sugirió.

El presidente de la Cámara Departamental de Industria, Pablo Camacho, informó que por el momento  no enfrentan problemas en La Paz en cuanto a provisión de gas y se coordina de forma permanente con YPFB.

  • El mar de gas
  • Previsión El presidente del Estado, Luis Arce Catacora, destacó que la inversión para concretar el plan de exploración de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para el período 2021-2025 considera un monto de 1.550 millones de dólares.
  •  Palabras A pesar de que en agosto de 2019 el país ya sufría una caída en la producción de gas, Luis Sánchez,  exministro de Hidrocarburos,  llegó a señalar que  en su administración se descubrió “un mar de gas”, pero que no se visualiza o no se quiere visualizar. Aseguró que el país producía  59 millones de metros cúbicos día (MMmcd) y que había  una falta de entendimiento entre producción y nominación.

Fuente: Página Siete