El último Informe del sector gas natural en Perú, presentado el miércoles por Promigas y Quavii, revela que la inversión en esta industria ha presentado un estancamiento en los últimos años y si bien el país aún cuenta con una cantidad importante de reservas,éstas han venido disminuyendo porque no se han agregado nuevas fuentes de gas y se mantiene una alta dependencia del gas de Camisea.
“La inversión ha presentado un estancamiento en los últimos años. En explotación ha disminuido en 63% en el último año, mientras que en exploración, a pesar de un aumento del 50%, la inversión está lejos de alcanzar los niveles de inversión en exploración que antes se mencionaba [US$ 61 millones]”, señaló el vicepresidente financiero y administrativo de Promigas, Aquiles Mercado, durante el webinar para la presentación del informe de 116 páginas.
El ejecutivo recordó que el Ministerio de Energía y Minas (Minem) pronto tendrá un nuevo marco de reglamento en exploración y explotación en tanto viene trabajando en la nueva ley orgánica de hidrocarburos con el objetivo de permitir nuevas inversiones en el sector.
“Esperamos que esto dé frutos porque realmente se ve algún declive en actividades importantes como la sísmica que es la actividad que antecede o precede el hallazgo de nuevas fuentes”, explicó Aquiles Mercado.
Agregó que si se analiza del 2010 hasta el 2015, se hablaba de 7,000, 5,000 y 6,000 km de sísmica, pero cuando se observa lo que ha sucedido en el último quinquenio, se ha llegado a cero km de sísmica. “Esta es la actividad que precede cualquier tipo de hallazgo o prospectiva en el caso de hidrocarburos”, dijo.
“Igualmente el número de contratos refleja esta actividad. En producción se mantiene prácticamente estable y en exploración, que también es clave para encontrar mucho más hidrocarburo, ha disminuido y presenta números negativos en su actividad”, advirtió el ejecutivo colombiano, agregando que en diciembre se tendrá las principales conclusiones de la comisión multisectorial del gobierno creada en octubre para impulsar la masificación del gas natural.
Según el informe, la matriz energética del Perú se compone en la actualidad de 40% de petróleo, 28% de hidro electricidad, 26% de gas natural, 5% de energías renovables y 2% carbón. Los datos muestran cómo el gas natural pasó de 5% en 1965 a 26% al cierre del 2020, desplazando principalmente al petróleo que cayó desde 80% en aquel año.
¿Cuánto gas tiene el Perú?
Mercado dijo que si bien el país cuenta con una cantidad importante, esta ha venido disminuyendo porque no se han agregado nuevas fuentes de gas y mantiene una alta dependencia del gas de Camisea. “Teniendo en cuenta reservas probadas, posibles y probables, el país tiene 13 trillones o 13 terapies cúbicos del gas de Camisea que es un importante mecanismo para la confiabilidad de la matriz energética”, subrayó. Además mencionó que ya existen más de 1.2 millones de familias beneficiarias del gas natural, más de 200,000 vehículos que utilizan gas natural vehicular y un sector que ha generado más de S/ 400,000 millones.
“Hay suficientes excedentes de gas natural para acelerar aún más la masificación, sin dejar de lado, en los próximos años y con base en los resultados de la comisión, agregar nuevas reservas a éstas que ya se están consumiendo, para acelerar aún más la masificación con todos los beneficios económicos y sociales”, dijo el representante de Promigas.
Teniendo en cuenta la actual producción fiscalizada y ante la ausencia del libro anual de recursos de hidrocarburos que suele publicar la Dirección General de Hidrocarburos del Minem, y citando algunos estimados de Osinergmin utilizados para el informe, Mercado añadió que el índice de autonomía de recursos alcanza los 24 años, colocando al Perú en un lugar de privilegio cuando se le compara en Sudamérica con otros países que tienen más historia de gas natural como Colombia (8 años), Brasil (5 años) y Argentina (4 años), este último sin contar con las reservas de Vaca Muerta.
Sobre el transporte del gas natural en el país, el informe muestra que el transporte por ductos no presenta avances en nuevas construcciones, al tener 1,567 km de gasoducto al finalizar el 2020, con una capacidad instalada de 1,641 millones de pies cúbicos día (MPCD) y un volumen de exportación estable de 525 MPCD.
Mirando con optimismo hacia el futuro, Mercado adelantó que para el 2025, se espera llegar a 2′310,109 familias. “En el 2010 la cobertura de gas natural alcanzaba al 0.4% de la población, en el 2015 fue de 4%, el 2020 fue 12% y para el 2025 se espera llegar al 23%, es decir casi 8 millones de peruanos gocen de los beneficios del gas natural, principalmente en el caso residencial y comercial”, comentó citando cifras del informe.
Estaciones de gas para el 2022
Miguel Maal, gerente general de Promigas Perú
Promigas en Perú, a través de sus filiales de distribución, avanza en las conexiones domiciliarias en el norte del país. ¿Cuáles son los planes para el año 2022?
Para el año 2022, en la concesión Piura, donde ya tenemos a más de 2,300 familias con el servicio, realizaremos la puesta en operación comercial del sistema de distribución de gas natural, es decir, también conectaremos a las provincias de Sechura y de Paita, que se sumarán a Piura, Sullana y Talara, ciudades que atendemos desde abril de este año. Esperamos alcanzar a más de 9 mil hogares antes del cierre del próximo año.
Por su parte, en la concesión Norte, seguiremos trabajando en la ampliación del número de conexiones para alcanzar a las más de 190,000 familias beneficiadas. Actualmente, contamos con 160,000 hogares conectados, 45 industrias, 250 comercios y 2 estaciones de GNV, cifras que se ubican por encima de las metas iniciales. Asimismo, hemos permitido que las industrias locales generen US$ 19 millones en ahorros por el uso del gas natural y que se reduzcan las emisiones de 75,000 toneladas de CO2.
Las inversiones realizadas por Promigas Perú para mejorar la calidad de vida de los peruanos, a través del servicio del gas natural, son de USD 300 millones y en los próximos años tenemos comprometidos USD 200 millones adicionales en estas concesiones.
Se tenía previsto el desarrollo de estaciones de gas en Perú. ¿En qué etapa se encuentra este proyecto?
Promovemos el transporte sostenible con el desarrollo del Corredor Verde, que incluye la operación de dos estaciones de servicio GNL en Chiclayo y Trujillo, con una inversión de USD 3.5 millones, para atender al sector de transporte de pasajeros y carga pesada en la costa norte. Actualmente, ambas estaciones están en construcción y esperamos concluir esas labores en enero próximo.
Nuestra meta es que, en los 10 próximos años, al menos 3,000 camiones sean abastecidos con GNL, combustible que brinda autonomía, seguridad y ahorro. Hemos realizado pruebas con reconocidas marcas y estamos preparados para que los primeros vehículos a GNL sean los tractos que forman parte del gasoducto virtual que transporta este recurso a nuestra área de concesión. No obstante, para iniciar la operación de las estaciones de GNL, aún están pendientes las adecuaciones normativas del reglamento del Registro de Hidrocarburos.
¿Cuáles considera que son las tareas pendientes para promover la masificación de gas natural en las demás regiones del país?
Si bien se debe evaluar de manera positiva el avance alcanzado hasta el momento, también es necesario reconocer que existen barreras que atrasan una mayor masificación del recurso, especialmente fuera de Lima. Por ello, desde Promigas Perú consideramos que existen dos medidas necesarias para que los logros sean mayores: en primer lugar, ampliar los beneficios del FISE, y, en segundo lugar, establecer una tarifa nivelada a nivel nacional.
En los últimos años, el FISE se ha consolidado como el aliado ideal de la masificación de Gas Natural. El MINEM, como administrador del fondo desde febrero del 2020, planteó iniciativas muy valiosas para ampliar los alcances de este mecanismo, sin embargo, se requiere que este impulso se consolide en las regiones, tanto para ampliar el número de hogares conectados, como para la promoción de nuevas redes de distribución.
Mientras que, en el caso de la tarifa nivelada, esta permitiría atender a una mayor cantidad de usuarios, en particular aquellos de bajos recursos. Este modelo brindaría equidad en el acceso a la energía para todos, al asegurar una tarifa de gas natural competitiva en las regiones, haciéndola similar a la que hoy tiene Lima y Callao, donde existe un gran avance en el desarrollo de redes y número de usuarios conectados. Este esquema podría ser financiado con recursos del FISE, el canon gasífero en las regiones donde existe o del SISE, además de otros esquemas.
Fuente: Gestión