Para convertir el viento en electricidad de manera más económica y eficiente, se está desarrollando una nueva tecnología de energía eólica en la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC). Científicos del grupo UFSCkite están trabajando en un prototipo que sustituye las torres convencionales por un cable y, en lugar de palas, se utiliza un tipo de ala.
Según el profesor Alexandre Trofino, que coordina el proyecto, de esta forma es posible explotar la energía eólica a alturas muy elevadas, inaccesibles a las torres convencionales. Según él, la altura puede alcanzar unos 600 metros con los cables.
“Con el uso de cables, el ala puede operar en alturas elevadas, en el caso de la tecnología que adoptamos, 600 metros, donde una gran cantidad de ubicaciones tienen vientos más fuertes y frecuentes”.
Además de reducir los costes de producción e instalación y también abaratar las energías renovables. La fauna también se beneficia de esta nueva tecnología.
“También es posible, con la tecnología existente, detectar la llegada de aves y desviar el funcionamiento del ala de la ruta migratoria, evitando la muerte de muchas aves”, dice Trofino.
Hay 55 grupos de investigación en el mundo que estudian este tipo de generación de energía eólica. El grupo UFSCkite es pionero y único en América Latina. Las pruebas con los prototipos ya se encuentran en la fase final. El profesor Alexandre Trofino dice que las inversiones son fundamentales para la continuidad del proyecto. El grupo está buscando asociaciones y ve potencial para alimentar el mercado nacional.
“Según empresas y universidades europeas, [esta tecnología] debería llegar al mercado en un plazo de 5 a 10 años. La pregunta es, ¿vamos a comprar o vender esta tecnología cuando esté en el mercado? Si queremos vender, ahora es el momento de invertir ”.
Según el gobierno federal, se estima que el uso de la energía eólica como matriz eléctrica alcanzará la marca del 17% para el 2029. Actualmente, está alrededor del 10%. Brasil depende en gran medida de las centrales hidroeléctricas, que representan más de dos tercios de la generación de energía del país.
Fuente: TN Petróleo