Poner un pie en Vaca Muerta no es una cuestión reservada exclusivamente a grandes empresas.
Principal formación de shale de Argentina, 2° en el mundo en extracción “no convencional de Gas”, 4° en “no convencional de petróleo”, con más de 1000 pozos perforados y U$S21.168 millones de inversiones anunciadas y en curso, la región de Vaca Muerta cuenta con oportunidades concretas -con total seguridad jurídica- para pequeños y medianos inversores.
Y las rentabilidades son muy superiores a las de los negocios inmobiliarios tradicionales. La inversión más conocida, segura y de fácil entrada y salida, es la compra de terrenos en desarrollos incipientes, que implican muy buenas proyecciones de valor del m2 a mediano plazo. Por el boom de Vaca Muerta, a la provincia de Neuquén ingresan un promedio de 10 familias por día, lo cual ha generado una explosión de barrios cerrados. Y los hay para todas las necesidades: de primera residencia, de fin de semana y hasta industriales.
Gracias a un tipo de cambio en alza, los lotes parten de los USD13.000, muy por debajo de los valores a los que se está acostumbrado en Buenos Aires (por ejemplo) En dichos terrenos se pueden construir departamentos para vivienda de personal abocado a la industria hidrocarburífera que pueden ser muy tentativos para la venta, o bien para el alquiler, pero con un recupero de inversión mucho mejor que los 30 años que en promedio se dan en cualquier capital de Argentina.
Existen además propuestas (muy seguras también) pero con tasas de recupero mejores aún, se trata de productos ligados a la renta industrial. En dichos casos, los inversores pueden adquirir terrenos para construir naves, o directamente comprarlas ya construidas para ofrecer a las empresas -Pymes muchas de ellas- que participan del negocio hidrocarburífero sin realizar inversiones inmobiliarias. Hay incluso también esquemas en donde se comparten naves industriales, adquiriendo cada copropietario una fracción de la misma, con acceso independiente.
En estos casos el retorno de la inversión puede ser inferior a los 8 años. Respecto a los valores de compra y a dicho retorno, podemos hablar de a una base de USD230.000 para una nave de 400 m2 sobre un terreno de 1000 m2 con una renta proyectada de 2.100 USD, lo cual implica una rentabilidad anual del 11% en dólares, muy por encima del 3% que otorga un departamento de 3 ambientes en la ciudad de Neuquén.
Y la ficha de inversión no tiene piso, no hay mínimos para invertir ya sea en un terreno, en una nave industrial o un departamento: siempre existe la posibilidad de comprar en condominio (varios propietarios sobre un mismo inmueble) y generar un pool del cual cada uno puede percibir una renta en función de su participación.
Gerente comercial de Distrito Industrial Río Neuquén, Parque Industrial Privado.
Fuente: Ambito