Permian alcanzó una producción de 4 millones de barriles de petróleo por día en julio del 2021 y conectó un promedio de 385 pozos en los últimos meses. Mientras tanto, la formación Vaca Muerta, en la cuenca neuquina, produjo 162 mil barriles de petróleo por día y se completaron alrededor de 12 nuevos pozos por mes.
En los últimos años ha sido habitual comparar el desarrollo de Vaca Muerta con Permian, la formación de shale hoy que más actividad ha venido registrando en Estados Unidos. El potencial del área permite soñar con seguir ese camino transitado por los productores de Texas. Sin embargo, la estadística deja en evidencia la amplísima diferencia que todavía existe entre ambos reservorios y cuán empinado es el camino que debe transitar Argentina para alcanzar niveles similares de producción.

En julio del 2021 Permian logró una producción de 4 millones de barriles de petróleo por día (MMbbl/d). En el mismo período, Vaca Muerta produjo 162 mil barriles de petróleo por día (kbbl/d), apenas el 4% de la producción de Permian, tal como muestran los gráficos comparativos elaborados por EconoJournal.

La cuenca norteamericana —que empezó a extraer crudo a partir de la técnica del fracking en la década de 1990— pasó de producir 2 MMbbl/d en enero del 2018 a 4 MMbbl/d en marzo del 2020. Con la caída de la actividad suscitada por la pandemia, entre enero y marzo del 2021, la producción fue de 3 MMbbl/d y se ha ido recuperando hasta alcanzar nuevamente los 4 MMbbl/d en julio de este año.

En enero del 2018 Vaca Muerta produjo 41 kbbl/d y se mantuvo por debajo de los 100 kbbl/d hasta el período enero-marzo del 2021, cuando alcanzó una producción de 140 kbbl/d. El crecimiento paulatino de la actividad permitió producir 162 kbbl/d en julio del 2021, marcando una diferencia porcentual de 295 puntos respecto del desarrollo del 2018.

Pozos conectados Permian conectó 403 pozos en enero del 2018, con un pico de 524 en mayo del 2019. Un año después, en mayo del 2020, la completación se mantuvo por debajo de los 100 pozos y se recuperó hasta alcanzar los 393 pozos conectados en julio del 2021. Antes de la pandemia, en Permian se completaban más de 470 pozos por mes en promedio. Ahora, después de la abrupta caída se observa una lenta recuperación con un promedio de 385 pozos conectados en los últimos meses.

En el caso de Vaca Muerta, en enero del 2018 se registró una completación de 7 pozos. En mayo del 2020 se frenó la actividad como consecuencia de la crisis sanitaria. Aunque en Vaca Muerta la cantidad de pozos conectados mensualmente varía, se registró un aumento de la actividad por encima de los niveles pre-pandemia tal como muestran las estadísticas. Entre noviembre del 2020 y julio del 2021 se completaron en promedio 12 nuevos pozos por mes.

Aunque en términos de cantidad, el desarrollo de Permian en Norteamérica supera ampliamente los niveles del desarrollo petrolero en la cuenca neuquina, en materia de eficiencia, un informe de la consultora noruega Rystad determinó que “el crudo de Vaca Muerta compite en condiciones de productividad con los mejores desarrollos del shale de los Estados Unidos”.

Fuente: EconoJournal