El Gobierno justificó ayer la presencia de técnicos extranjeros en la planta de Amoniaco y Urea (PAU), en especial de venezolanos, al asegurar que son “tecnólogos con capacidad” que no existen en Bolivia. Es más, culpó al gobierno de transición por la demora en el arranque del complejo petroquímico, lo que generó un daño de $us 450 millones.
El domingo, EL DEBER publicó un reportaje que revela que YPFB desplazó a bolivianos de la planta de urea y duplicó la contratación de extranjeros, pagando incluso sueldos elevados a estos profesionales que cumplen las mismas funciones que los bolivianos.
Franklin Molina, ministro de Hidrocarburos, justificó la contratación de estos técnicos al indicar que se hizo por la carencia de personal especializado en el país y para reparar los daños que provocó el anterior Gobierno en la planta, al que acusó de paralizar las operaciones del complejo.
“Es un complejo petroquímico y se requería tecnólogos de distintas partes del mundo, no solo personal venezolano, chinos, europeos y norteamericanos”, dijo.
El ministro aclaró que este personal no operará la planta, sino que trabajará en la etapa inicial.
Fuente: El Deber