Seis empresas nacionales manejan el mercado de transporte de hidrocarburos y energía en el territorio nacional, cuyo negocio representa más de $10 billones en ingresos cada año.
La jugosa facturación por la operación de los sistemas de transporte para llevar petróleo, combustibles líquidos, gas natural, GLP (gas propano) y corriente eléctrica, ayuda a cuadrar las finanzas de Cenit, Transportadora de Gas Internacional (TGI), Promigas, Grupo Energía Bogotá (GEB), Grupo EPM e Interconexión Eléctrica (ISA).

Para la muestra, solo basta con mirar los resultados año a año de Ecopetrol para establecer que el segmento de transporte a cargo de su filial Cenit es el que le ayuda a arrojar resultados positivos en los balances.

Al cierre del primer semestre del presente año, la tarea de administrar y operar la red de oleoductos y poliductos en el país le representó a la petrolera nacional utilidades por $2,2 billones, lo que significa un 32,3% del total de las ganancia obtenidas entre enero y junio que fueron de $6,8 billones.

“En los primeros seis meses del presente año, en el segmento de transporte se realizaron inversiones por US$116 millones, las cuales estuvieron enfocadas en actividades de continuidad operativa que permiten la integridad y confiabilidad de los diferentes sistemas de oleoductos y poliductos de Cenit y sus filiales”, explicó Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol.

Otra de las empresas nacionales, cuyo negocio de transporte le reporta grandes dividendos es ISA, ya que de los $507.935 millones que obtuvo de utilidad neta en el primer trimestre del presente año, un 75% fue gracias a este negocio, teniendo en cuenta que la operación la desarrolla mayoritariamente en Brasil.

“En Colombia se reportaron mayores ingresos en este segmento principalmente por la incorporación de las convocatorias: Línea Cerromatoso – Chinú – Copey, Segundo refuerzo de las líneas de transmisión Copey – Cuestecitas y Copey – Fundación y Segundo transformador en la subestación Ocaña por $19.034 millones; mayores servicios de conexión por $4.426 millones; además del efecto de las variables macroeconómicas (IPP) en la facturación del país por $11.933 millones”, señaló Bernardo Vargas, presidente de ISA.

El GEB también es otro de los protagonistas en el mercado del transporte de energía eléctrica. Al cierre de su operación en el primer trimestre, consolidó su operación en Colombia al reportar un crecimiento del 6,9% en el Ebitda consolidado ajustado, que pasó de $1.77 billones a $1,90 billones, gracias al desarrollo de este negocio.

“La prioridad del GEB es crecer. El sector eléctrico será uno de los grandes ganadores y posicionarse para esa carrera, no solo generará grandes réditos para el país, sino para la ciudad y la compañía. Nos hemos venido organizando para poner la casa en orden con competencia en el talento”, recalcó Juan Ricardo Ortega, presidente del conglomerado capitalino.

El funcionario afirmó que dentro de los próximos proyectos a desarrollar está el refuerzo del anillo de energía en el centro del país para ampliar el cubrimiento en el servicio de energía en esta zona del territorio nacional.

A menor escala, pero con un crecimiento sostenido está el Grupo EPM en el negio del transporte de energía con líneas de transmisión.

El negocio del transporte de gas natural está en manos de dos empresas: Promigas y TGI, las cuales prácticamente tienen repartido el mercado. La primera, desarrolla su operación en la región de la costa Caribe, así como en el Eje Cafetero, Santander y Valle del Cauca, sin contar que tiene participación en la planta regasificadora de Barú.

Por su parte, la segunda tiene presencia en el centro y parte del norte del país, así como en Boyacá, Santander, los Llanos Orientales, y Tolima, y es una de la candidatas a quedarse con el desarrollo de la planta regasificadora del Pacífico.

LAS ORGANIZACIONES CON LOS NEGOCIOS COMPARTIDOS

Dos conglomerados, a través de sus filiales, y de forma directa desarrollan los negocios en el transporte de hidrocarburos y energía eléctrica. En el primer caso está el GEB, organización que a través de su filial TGI, maneja parte de la red de gasoductos del país.

“La principal tarea en el 2021 es recuperar la demanda. La fuente del campo Ballena y la conexión con Barranca ha caído. Estamos con un plan de choque que permitan activar otros proyectos en el corto y mediano plazo”, dijo Mónica Contreras, presidenta de TGI.

Además, de lograrse la adquisición de ISA por parte de Ecopetrol, la petrolera no solo queda con el negocio de transporte de crudo y combustibles, sino que además se haría con el de transmisión de energía eléctrica en el territorio nacional.

Fuente: Portafolio