La Agencia Internacional de Energía (AIE) ve un obstáculo en el subsidio que hacen los países al consumo de energía fósil. Bolivia ha utilizado 6,467 billones de dólares para subvencionar el gas en 13 años (de 2006 a 2019).
Sin embargo, el analista especialista en hidrocarburos Álvaro Ríos no ve necesario un plan agresivo para ingresar las energías limpias, pues considera que “es un país bastante limpio”.

“El mundo necesita un ‘aumento histórico en la inversión en energía limpia’ para evitar impactos severos del cambio climático. Sin embargo, las inversiones en energía sostenible a veces enfrentan una lucha cuesta arriba porque los precios regulados o los impuestos favorecen a los combustibles fósiles, concluye el nuevo informe ‘Net Zero para 2050’ de la Agencia Internacional de Energía (AIE)”, según un artículo de Radar Energético.

Según los datos de los últimos 10 años, se subsidiaron 4,5 trillones de dólares al consumo de combustibles fósiles. Sólo en 2012, el año de mayor subsidio, se destinaron 589 billones de dólares en hacer que el consumo de energías fósiles no fuera el real acorde al costo de producción. Esta cifra es 14 veces el Producto Interno Bruto (PIB) anual de Bolivia.

En el país, el monto subsidiado fue de 6,467 billones de dólares entre 2006 y 2019, según los datos del artículo.

Ante esta situación, la AIE propone una reforma que retire el subsidio y fomente el consumo de energías limpias en el mundo.

Es importante comprender que la AIE se trata de un conjunto de países que trabaja por incentivar el uso de energías limpias como la eólica o la solar y así sustituir los fósiles como: el carbón, gas y petróleo. El objetivo es reducir el impacto en el medioambiente y así frenar el cambio climático.

Sin embargo, el analista Ríos considera que Bolivia no necesita hacer un cambio repentino en el consumo de energía, pues es “un país bastante limpio”. Esto significa que el 40 por ciento de la energía que se consume es del agua, es decir hidroeléctricas y el 60 por ciento de gas que se produce en el territorio.

Bolivia sí puede comenzar con el proceso de introducir más energías limpias en el consumo de la gente; puede hacerlo a través de la eólica o la solar. Pero no es necesario que sea algo agresivo, pues la generación de contaminantes del país es muchísimo inferior a la que hacen otros países como el caso de China, Alemania, Estados Unidos y otros que continúan con el uso del carbón.

Según Ríos, el carbón es el más barato de producir, pero el que más contamina. A eso se suma que el uso de este combustible se hace en países con mucha más densidad poblacional que Bolivia.

El cambio, en el consumo de energía de fósiles a limpias es uno de los temas que se trató en la cumbre del G7 hace unas semanas atrás. ¿QUÉ ES UN SUBSIDIO O SUBVENCIÓN?

El economista Mauricio Medinaceli, en su blog de columnas sobre economía e hidrocarburos, lo define como una transferencia de recursos (usualmente dinero) de un grupo de personas a otro grupo. No un regalo del presidente, el congreso o algún funcionario de Gobierno.

Para poner las cosas en simple: el Gobierno no subsidia, lo hacen las personas.

El subsidio “clásico” se presenta cuando el Gobierno define un precio al consumidor menor al costo de producción. En este sentido, a la diferencia entre los costos + una ganancia razonable y el precio efectivo de venta, se le denomina subsidio. Y se transfieren los recursos para cubrir la diferencia.

Fuente: Energía Bolivia