Luego de obtener una utilidad de 576 millones de bolivianos en 2019, Repsol Bolivia SA reportó el año pasado una pérdida de 286,3 millones de bolivianos, según revela su balance oficial de estado de ganancias y pérdidas por los ejercicios de 2020 y 2019.

La  petrolera española es una de las compañías extranjeras más importantes en Bolivia y es operadora de los principales yacimientos de gas natural del país como son los campos Margarita, Huacaya, Sábalo y San Alberto.

     El beneficio bruto (total de ventas menos el costo de los bienes vendidos) en 2020 fue negativo en 59,8 millones de bolivianos a diferencia de los números positivos de 2019 que alcanzaron a 642,2 millones de bolivianos.

Mientras que el resultado operacional también arrojó cifras negativas de 152,6 millones de bolivianos en comparación a los 642,2 millones de beneficio   en 2019.

Hugo del Granado, analista del sector,  opinó que el resultado operativo de la empresa en 2020 se explica     por las inversiones permanentes y una menor producción y ventas de gas.

 “Esto se debe básicamente a menor producción, menor comercialización, menores precios y caída de la demanda”, puntualizó Del Granado.

El experto sostuvo que gran parte de las empresas petroleras en el mundo sufrieron una caída en la demanda y por lo tanto tuvieron que producir menos y sus ingresos disminuyeron.

   No se debe olvidar que en abril del año pasado el precio del barril de petróleo (WTI),  que es de referencia en el país, registró un valor negativo de -37 dólares producto de la mayor oferta y el precio del gas natural llegó a menos de dos dólares. “Las empresas dejaron de percibir o disminuyeron  ingresos, pero la mayoría no reportó pérdidas”, dijo.

Para el experto es llamativa la pérdida reportada por Repsol,  ya que opera el campo Margarita, uno de los más productivos porque a pesar de la menor demanda de  Brasil y Argentina, la exportación de gas no se frenó.

El diputado Miguel Ángel Roca  explicó que en 2020 el mundo  se paró por la pandemia de coronavirus y cayeron los ingresos de todas las empresas. 

 “Una empresa como Repsol o cualquier otra intensiva en capital,  cuando caen los ingresos, sus activos fijos son muy grandes y la depreciación puede llevar a presentar números rojos”, indicó.

 Añadió que desde CC un aspecto que se  criticó al gobierno de Jeanine Añez fue la firma de una adenda en el contrato de venta de gas a Brasil, que redujo los volúmenes de exportación de 31 millones de metros cúbicos día (MMmcd)  a 14 MMmcd como volumen mínimo y máximo 20 MMmcd. “Eso definitivamente tuvo un impacto para las operadoras y el país”, precisó.

Desde 2016, Repsol amplió  el contrato de operaciones en Caipipendi (donde se sitúa el campo Margarita-Huacaya), uno de los mayores bloques de gas del mundo, por 15 años adicionales  hasta  2046.

 También opera los campos San Alberto, Sábalo, Mamoré, Paloma, Surubi, Patuju, Río Grande, Los Sauces y  La Peña-Tundy.

Fuente: Página Siete