La nacionalización de los hidrocarburos, que hoy cumple 15 años, impulsó el desarrollo del país con ingresos por exportación de gas que significó un monto global de $us 48.262 MM en el periodo entre 2006 y febrero de 2021, según informó Evelio Harb, Gerente de Contratos de Exportación de Gas Natural de YPFB.
La nacionalización marca un punto de inflexión en la economía nacional, ya que, según manifestó el Presidente del Estado, Luis Arce Catacora, representa ingresos que fueron redistribuidos entre la población. Es parte esencial “del modelo económico social comunitario productivo ya que viabiliza la apropiación de los excedentes de los recursos naturales y el proceso distributivo del ingreso para paliar los efectos sociales heredados del modelo neoliberal. La segunda fase es la industrialización de los recursos naturales, y consiguientemente, la creación de plantes e industrias, como las plantas separadoras de líquidos o la planta de urea y amoníaco que transforma el gas natural en urea”.
INDUSTRIALIZACIÓN
Un hito en la industrialización del país, es la construcción y puesta en funcionamiento de la Planta de Amoníaco y Urea (PAU) de Bulo Bulo, Cochabamba, que produjo un total de 655.774 TM de urea granulada, de las cuales 87.131 TM se comercializaron en el mercado interno y 259.302 TM fueron al mercado brasileño. La comercialización de este fertilizante boliviano también se extendió a mercados como Argentina (229.381 TM), Paraguay (37.797 TM), Uruguay (32.438 TM), Cuba (6.046 TM) y (1.543 TM) a Perú; lo que demuestra su alta calidad y competitividad. Los ingresos generados por la comercialización de la urea entre 2017 y una pequeña parte a inicios de 2020 sobrepasaron los $us 178 MM, según informó la Gerente de Productos Derivados Industrializados, Gabriela Delgadillo.
Otro hito importante, es la producción de la gasolina super etanol 92, que tiene como característica esencial la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, y proporciona mayor potencia al motor de los vehículos que la utilizan; además, genera un impacto dinamizador de la economía agrícola del país.
La pronta producción de Diésel Renovable, es un proyecto en el que YPFB trabaja intensamente. El presidente de la estatal petrolera, Wilson Zelaya, a tiempo de realizar el lanzamiento del mismo, destacó que “tenemos el orgullo de dar los primeros pasos, firmes y seguros de YPFB para entregar a Bolivia una energía adicional y sobre todo, limpia. El desafío y el empeño que estamos poniendo es muy grande porque el proyecto de diésel renovable, a partir de aceites vegetales hidrogenados, es un proyecto que estamos decididos a encarar hasta completarlo”; con una inversión de $us 250 MM, se estima que esta planta arrancará operaciones el 2024, y permitirá una reducción de la subvención por el diésel oíl de aproximadamente $us 400 MM año.
PROYECCIONES DE LA NACIONALIZACIÓN
Una vez recuperada la democracia en noviembre de 2020, YPFB comienza un nuevo periodo de su actividad, el Presidente de la empresa, Wilson Zelaya, menciona que los retos a cumplir adelante son la recuperación de la exploración que, de manera intensiva, proporcione las condiciones para la reposición y crecimiento de las reservas, lo que permitirá mayores volúmenes de producción.
“Es importante sustituir las importaciones de combustibles; para esto encaramos un programa que incrementará la producción de petróleo en los campos actuales y la reactivación de campos maduros, asimismo, reduciremos el consumo de diésel oíl en las termoeléctricas que actualmente utilizan este combustible, proporcionándoles el GNL de nuestra planta de Río Grande y pondremos en ejecución el proyecto de diésel renovable con el que a partir del año 2024, produciremos 9.000 barriles de diésel renovable por día, de un combustible de alto rendimiento y eficiencia para los vehículos, contribuyendo al medio ambiente con la reducción de las emisiones de carbono en hasta un 80%”, sostuvo Zelaya.
Asimismo, destacó que “existe la necesidad de reencaminar la industrialización que se vio afectada con la decisión de paralizar la Planta de Amoniaco y Urea en noviembre del 2019. Pondremos en operación este complejo petroquímico este semestre. Ya hemos iniciado las gestiones para garantizar la comercialización de la urea que se produzca y esperamos un ingreso de alrededor de 80 millones de dólares por este concepto en esta gestión y por supuesto, mejores perspectivas más adelante. Entre nuestros planes está el de fortalecer este complejo con la incorporación de nuevos productos que le agreguen mayor valor al gas natural como los fertilizantes NPK, MAP y otros”.
El presidente de YPFB, finalmente señaló, respecto a los retos de la actualidad: “trabajamos de manera intensa en el fortalecimiento y modernización de YPFB y sus empresas filiales y subsidiarias, estamos encarando acciones que nos permitan optimizar el costo operativo y priorizar las inversiones con mayores retornos a la empresa”.
Fuente: Energía Bolivia