El desafío es el pago de la deuda, subir las RIN y controlar el déficit, dijo la firma.
La Calificadora de Riesgo Moody’s Investor Service prevé que el crecimiento económico de Bolivia este año se recuperará encima de 4%, pero a futuro se situará en 3% y advierte riesgos sobre la elevada deuda pública y la caída de las reservas internacionales netas (RIN).
La compañía organizó ayer un evento denominado “Inside LatAm: Bolivia, Riesgos y oportunidades de una recuperación lenta y desigual” donde evaluó las perspectivas económicas del país y la situación del sistema financiero y sector asegurador.
William Foster, vicepresidente y Senior Credit Officer de Riesgo Soberano de Moody’s Investor Service, señaló que Bolivia enfrenta una severa y generalizada contracción económica ocasionada por la pandemia y que provocó el año pasado una caída de 7% en el Producto Interno Bruto (PIB).
“En la primera parte de la década (2010-2014) hemos visto tasas de crecimiento promedio de 5,3% y eso luego ha bajado a 4% entre 2015 a 2019 y a futuro esperamos una tasa de 3%”, precisó.
Explicó que la primera parte de la década anterior se caracterizó por una elevada inversión del Gobierno en el sector hidrocarburos y precios más altos de las materias primas. “Pero luego de 2015 bajaron los precios internacionales y la inversión, y ahora estamos en un ambiente más difícil para Bolivia y se espera un crecimiento más bajo”, subrayó.
Foster sostuvo que en la parte fiscal, en principio el país registraba superávit y luego de 2015 la perspectiva cambió a un entorno con déficit. “Hoy el déficit es más grande que antes y va a continuar. Un problema es el sector hidrocarburos, que es una fuente importante de generación de ingresos y que crece menos, y con la pandemia el Gobierno está gastando mucho porque debe apoyar a la economía. La posición fiscal del país es más difícil”, puntualizó.
Alertó que el déficit fiscal acumulado ha generado una deuda pública más grande. “En 2012 la deuda del sector público no financiero (SPNF) como porcentaje del PIB era 35%, pero ahora estamos en 70%”, apuntó.
El sector externo por la caída del sector hidrocarburos también se deterioró. “Lo que pasa es que la reservas han caído mucho, desde 13.000 millones de dólares en 2015 a alrededor de 2.000 millones de dólares hoy. Esto es muy importante, porque Bolivia tiene pagos que hacer de 500 millones de dólares cada año en 2022 y 2023 en capital y estos pagos son la mitad de las RIN”.
La pregunta es cómo va a manejar el Gobierno estos pagos de deuda que se vienen y hoy es más costoso emitir bonos para lograr financiamiento, añadió.
De acuerdo con Foster, los desafíos claves para Bolivia tienen que ver con el pago de la deuda externa, cómo se aumentarán las RIN y controlar el déficit fiscal.
Es necesario también diversificar la economía para no depender de hidrocarburos y generar condiciones para la inversión.
Fuente Página Siete