Siete pilares —uno de ellos la industrialización de los recursos naturales, como el gas y el litio— que fueron construidos en 14 años (2006 al 2019) definen la actual política energética del Estado Plurinacional de Bolivia, afirmó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
“Hemos construido una política energética que tiene que ver con la universalización de los servicios básicos, con la soberanía de nuestros recursos naturales, con la seguridad energética, con la diversificación de la matriz energética, con la consolidación de la industrialización de los recursos naturales, con la eficiencia energética y con el fortalecimiento del sector”, dijo Molina en entrevista con los medios estatales.
“Son básicamente esos siete pilares los que definen nuestra actual política energética con la cual nosotros venimos trabajando para generar no solamente excedentes en beneficio de la población, sino también para contar con un sector energético robusto, fortalecido”, continuó.
En esa línea, el titular de Hidrocarburos y Energías explicó que, gracias a la nacionalización de los hidrocarburos en 2006, el proyecto de industrialización de los recursos naturales es una realidad que beneficia al pueblo boliviano.
Prueba de esto, son las plantas separadoras de líquidos de Río Grande, instalada en Santa Cruz, y Gran Chaco, localizada en Tarija, además del Complejo Petroquímico de Amoniaco y Urea construido en Cochabamba.
Pero eso no es todo, en enero del presente año, se anunció que se proyectó la construcción de dos plantas, una para la producción de diésel ecológico y otra para el biodiésel, que permitirán sustituir la importación de este combustible y dar sostenibilidad a la matriz energética del país, añadió.
La autoridad recordó también que, a partir de la nacionalización del sector eléctrico en 2010, el Gobierno de Evo Morales invirtió en proyectos de generación hidroeléctricos, termoeléctricos, solares, eólicos, biomasa, con la finalidad de fortalecer y ampliar la cobertura de electricidad.
De este modo, surgió la universalización de los servicios básicos, mediante el cual se decidió masificar las conexiones tanto de redes de gas domiciliario como en las instalaciones de luz en el territorio boliviano, de acuerdo con el titular de Hidrocarburos y Energía.
En ese sentido, la autoridad resaltó que este año Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) logró un millón de conexiones de gas domiciliario en el país. Asimismo, la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) Corporación alcanzó una cobertura de 99% en el área urbana y de 83% en el espacio rural.
“Llegar a un millón de conexiones yo creo que es un número muy significativo, ahora podemos decir que mucha gente tiene en la casa este energético (gas domiciliario), el cual evita la incomodidad de estar cargando su garrafa”, destacó.
Acotó que el Ministerio de Hidrocarburos y Energías retomó la gestión, primero garantizando a la población boliviana el abastecimiento de combustibles como gasolina, diésel y GLP (gas licuado de petróleo) en las áreas urbana y rural.
“Pero además, hemos comenzado a reactivar proyectos importantes que se habían paralizado durante el gobierno de facto, proyectos que tienen que ver con el incremento de capacidad instalada en el sector eléctrico”, indicó.
El ministro Molina sostuvo que también se retomó el proyecto de exportación de energía a los mercados vecinos de Argentina y Brasil, tomando en cuenta que en el país existe una importante producción y reserva eléctrica.
Con amplia trayectoria en hidrocarburos y energías
Franklin Molina Ortiz nació en Santa Cruz, estudió Economía en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) de ese departamento, realizó posgrados en Bolivia y Chile relativos a gestión pública, administración, gestión financiera y gestión de empresas.
Se desempeñó como Viceministro de Desarrollo Energético durante cinco años (2010-2015). Asimismo, fue docente en universidades públicas y privadas y participó en foros internacionales por su amplia experiencia en el área energética.
En noviembre de 2020, fue designado Ministro de Hidrocarburos y Energías por el presidente Luis Arce y asumió esta cartera con el desafío de retomar los proyectos paralizados por el gobierno de facto de Jeanine Áñez y de reactivar la economía de Bolivia.
Fuente: ABI