Ecopetrol ha lanzado una oferta millonaria por la participación del grupo ISA, que se dedica a la energía eléctrica y las telecomunicaciones. Algunos críticos creen que es un signo de necesidad tras la caída de los precios del petróleo, mientras que otros lo consideran un intento genuino de diversificarse.
La era de la descarbonización ha hecho que varias compañías busquen establecer estrategias de transición a la energía «limpia». No obstante, la decisión de Ecopetrol de ofrecer hasta 4.000 millones por la participación de ISA, aunque su esfera sea el petróleo y el gas, ha provocado diversas conclusiones.

 «La transición energética y la descarbonización son fundamentales», explicó el presidente ejecutivo de Ecopetrol, Felipe Bayón, a Financial Times. Además mencionó que esta medida es parte de la transición «de ser una empresa de petróleo y gas a una empresa de energía para reducir las emisiones ya que para mejorar la calidad de sus combustibles tienen que mejorar la gestión del agua».

 Según publica Financial Times, el riesgo para Ecopetrol no es que este acuerdo fracase, pues el Ministerio de Hacienda de Colombia, quien es propietario mayoritario, controla ISA con una participación del 51.4%. Ecopetrol se enfrenta al hecho que al país le quedan poco más de siete años de reservas probadas y tendría que afrontar un mundo de bajos precios del petróleo a largo plazo.

 De esta manera, Ecopetrol, mediante ISA, tendría el control de los negocios de transmisión de electricidad en Colombia, Perú, Chile y Brasil, mientras continúa con sus proyectos de petróleo y gas en Colombia, EEUU y Brasil. Sin embargo, tras el anuncio de esta propuesta las acciones de ambas empresas cayeron un 5%.

 Algunos analistas sostienen que Ecopetrol no está realizando un intento genuino de diversificación, sino que se vio en la necesidad de hacerlo por la falta de fondos del Gobierno debido a problemas de liquidez.

 «La realidad es que esta [oferta a ISA] proviene de una restricción de efectivo del Gobierno. Ecopetrol le dirá inequívocamente que ese no es el caso, pero es imposible no conectar los puntos», dijo John Padilla, director gerente de IPD Latin America, una consultora especializada en energía.

 Citibank, por su parte, considera que «no tiene sentido que una empresa de exploración y producción como Ecopetrol invierta en una empresa de telecomunicaciones». Algo con lo que no está de acuerdo Lisa Viscidi, directora del programa de energía, cambio climático e industrias extractivas del Diálogo Interamericano, quien cree que la apuesta de Ecopetrol es lógica porque las petroleras, incluso las grandes como BP y Shell, buscan realizar inversiones con bajas emisiones de carbono.

 El presidente de Ecopetrol argumenta que su compañía realmente se está esforzando para cumplir con los objetivos de cambio climático de París y por eso apuesta por una fuente alternativa de ingresos. Se sabe que en 2018 Ecopetrol construyó una granja solar para alimentar a uno de sus campos petrolíferos en el este de Colombia y planea hacer más para satisfacer sus necesidades energéticas. No obstante, a pesar de sus esfuerzos continúa dependiendo en gran medida del petróleo y el gas natural aunque el beneficio neto cayó un 87% en 2020 debido a la pandemia.

 Ecopetrol tiene un esquema piloto de fracking en el norte de Colombia que fue motivado por la disminución de los recursos en su territorio a pesar de la oposición de los ambientalistas. Además continúa invirtiendo en la exploración petrolera en la Cuenca Pérmica en el Oeste de Texas. Bayón explicó que Ecopetrol tiene que «proteger su negocio principal porque el mundo va a necesitar gasolina, diésel y combustible para aviones durante al menos otros 20 años» y lo que se quiere es aumentar la exposición a la fuente de energía relativamente «limpia» al 35% en los siguientes siete u ocho años.

 Fuente: Sputnik