La caída de 30,8% es atribuida a descenso de precios y menor demanda de gas. YPFB Andina y Chaco registraron pérdidas de 17,9% y 29,4%, y Refinación de 20,8%.
La renta petrolera disminuyó de 2.347 a 1.623 millones de dólares en 2020 con relación a 2019, el año de la pandemia y durante la administración del gobierno de Jeanine Añez. Además, las subsidiarias de YPFB reportaron pérdidas, informó ayer el Ministerio de Hidrocarburos.
Esto significa una caída de 30,8% en los ingresos de la renta petrolera, que se obtiene por la producción de hidrocarburos y los precios de comercialización (ver gráfica).
El presidente de YPFB, Wilson Zelaya, atribuyó el descenso a la caída del precio de exportación de gas natural, los menores volúmenes requeridos por Brasil y la pandemia de la Covid-19.
“Este es el resultado de una combinación de factores como la caída de precios de exportación de gas natural, la reducción de volúmenes demandados por Brasil que se concretan con la octava adenda, suscritas en marzo de 2020, y también por las restricciones impuestas mediante la cuarentena por la Covid-19”, afirmó Zelaya en su exposición.
El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, cuestionó que durante el año pasado se hayan postergado una serie de proyectos de exploración como Mayaya, Astillero y San Thelmo, que frenaron la reposición las reservas hidrocarburíferas.
“En la renta petrolera nacional tenemos impactos negativos. El 2020 se tenía previsto un ingreso de 1.900 millones de dólares, sin embargo, la reducción ha sido un 15% y finalizamos la gestión con 1.623 millones de dólares, hay una diferencia efectiva”, indicó ayer durante la audiencia de rendición de cuentas final 2020.
Subsidiarias en rojo
Sobre las utilidades netas de YPFB, filiales y subsidiarias, Molina afirmó que en 2020 se evidencia un efecto negativo tanto en YPFB Andina con “pérdidas de -17,9% y Chaco con -29,47%, como en la filial YPFB Refinación, con -20,83%” (ver gráfica).
“Esta es una situación crítica. Estos estados financieros demuestran dos hechos: primero, el impacto que ha tenido la pandemia sobre la actividad, pero el impacto mayor fue una mala gestión en el sector de hidrocarburos durante 2020”, afirmó Molina.
YPFB Casa Matriz reportó el peor comportamiento desde la nacionalización (2006), porque el año pasado registró una utilidad neta de 28,8 millones de dólares. En su mejor año, en 2013, obtuvo 1.374 millones de dólares .
El análisis
El expresidente de la CBHE Carlos Delius afirmó que la renta petrolera se redujo porque bajó el volumen de producción por el agotamiento de los campos y también cayó el precio.
“Este año hay un ligero repunte de precios, pero la producción sigue cayendo, por lo tanto, los ingresos no volverán a niveles anteriores. Además, el mercado interno crece y el precio es subsidiado”, anticipó Delius.
Sobre los ingresos obtenidos por YPFB y sus subsidiarias, el exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos recordó que YPFB obtuvo elevadas ganancias debido a la época dorada de ingresos entre 2008 y 2014. Pero el ciclo de bonanza se terminó con el desplome del precio del petróleo, los menores volúmenes enviados a los mercados, mayor egreso por importación de combustible, fuertes gastos en instalación de plantas y redes de gas, y en exploración.
En el caso específico de 2020 las utilidades se reducen por la pandemia y los gastos para los insumos de bioseguridad para contrarrestar la Covid-19.
“La pregunta que queda es: ¿de dónde sacará YPFB los recursos para invertir en la planta de biodiésel renovable, para inversiones en exploración? No se avizora una mejora porque se siguen vendiendo bajos volúmenes, pese a un mejor precio del petróleo”, dijo.
Añadió que las utilidades de Andina y Chaco caen por la menor demanda de gas y producción y el descenso de precios del petróleo. En la filial YPFB Refinación tiene que ver con el menor procesamiento de combustibles, dijo.
El investigador de la Fundación Jubileo Raúl Velásquez afirmó que el sector hidrocarburos atraviesa por una crisis estructural que no es resultado de un mal año, por el contrario, es reflejo de una deficiente gestión del sector desde hace más de 10 años. Deben hacerse ajustes si se quiere revertir la situación.
“Si bien los precios internacionales del petróleo han retomado un promedio de 60 dólares por barril, lo cierto es que la producción de gas natural continúa por debajo de los niveles alcanzados hasta 2015. Resulta urgente la definición de una nueva política hidrocarburífera en una nueva ley de hidrocarburos”, sugirió.
Fuente: Página Siete