La demanda argentina llega aproximadamente a 124 millones de metros cúbicos por día (MMm3d) de gas natural. La producción local cubre algo más del 85% de la demanda del vecino país.
Argentina demandó en enero un 58% más de gas boliviano
Las exportaciones de gas natural boliviano al mercado argentino repuntaron en enero de esta gestión un 58% con relación a similar período de 2020, al haber pasado de una media diaria de 10,24 millones de metros cúbicos (MMm3) a 16,16 MMm3.
Según la información estadística publicada en el sitio web del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) de Argentina, en enero de la gestión pasada ese país nominó un total de 317,3 millones de metros cúbicos del combustible frente a los 500,9 millones requeridos en igual período de 2021.
A diferencia de enero de 2020, cuando Integración Energética Argentina SA (IEASA) importó gas natural tanto de Bolivia como de mercados de ultramar, ahora ese país sólo cubrió parte de su demanda con el energético que se extrae de los yacimientos gasíferos bolivianos ubicados al sur del país.
Actualmente, la demanda argentina llega aproximadamente a 124 millones de metros cúbicos por día (MMm3d) de gas natural. La producción local cubre algo más del 85% de la demanda del vecino país, Bolivia participa con cerca del 10%, el Gas Natural Licuado (GNL) abastece con el 3% y los líquidos, con el restante 2%.
Bolivia y Argentina suscribieron el 31 de diciembre de 2020 la Quinta Adenda al Contrato de Compra Venta de Gas Natural para la gestión 2021, con lo cual el Gobierno prevé lograr mayores ingresos con mejores precios, informó el 2 de enero el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
La autoridad explicó en esa oportunidad que, en comparación con la cuarta adenda firmada en febrero de 2019, la quinta adenda, suscrita entre las estatales IEASA y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), repercutirá en mejores condiciones para Bolivia al tratarse de volúmenes que fluctuarán entre 9 MMm3d y 20,4 MMm3d, según la estacionalidad.
PRECIOS. De acuerdo con Molina, la quinta adenda establece que el precio del gas natural boliviano está sujeto a la fluctuación de los precios internacionales en el sector de los hidrocarburos.
El objetivo de la negociación de la quinta adenda fue el de identificar tanto para YPFB como para IEASA un acuerdo que responda a la disponibilidad de gas por parte de Bolivia y al comportamiento de los precios del gas a nivel internacional, que tienen alto impacto en la demanda dentro del mercado sudamericano que importa este hidrocarburo.
En ese marco, el presidente ejecutivo de YPFB, Wilson Zelaya, informó el 3 de enero que el precio del gas exportado a Argentina, tras el nuevo convenio firmado con IEASA, “está muy por encima del precio concertado en el contrato suscrito con Petrobras” durante el gobierno transitorio.
También indicó que el precio de exportación al mercado argentino, fijado para enero de este año, es superior al registrado en diciembre de 2020, cuando todavía regía la Cuarta Adenda al Contrato de Compra Venta de Gas Natural firmado con IEASA.
“El precio acordado para la suscripción de la Quinta Adenda (…) tiene una composición de indicadores internacionales de canasta de Fuels Oils asociada al precio del WTI y Henry Hub (más un precio de $us 2,25 adicional)”, explicó Zelaya. Y añadió: “Corresponde informar que el precio correspondiente a diciembre de 2020 según la Cuarta Adenda es de $us 3,8448 por millón de BTU, y con la Quinta Adenda, el precio para enero de 2021 es $us 4,5152 por millón de BTU (unidad térmica británica)”.
Los precios se desplomaron el año pasado
Aunque los volúmenes de exportación del gas natural boliviano se mantuvieron casi estables en 2020, con un ligero aumento de 1,3%, los precios se derrumbaron en un 27,2%, según datos oficiales publicados en el sitio web del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La información muestra que en 2020 se despacharon a los mercados de Argentina y Brasil 9,02 millones de toneladas del combustible frente a los 8,90 millones enviados el año precedente, lo que representa un crecimiento de 1,3%, según la nomenclatura que maneja la oficina estatal de estadísticas.
En cuanto al precio, el valor de las ventas externas se derrumbó un 27,2%, de $us 2.719,9 millones a $us 1.980,3 millones, casi $us 740 millones menos que recibió el Estado y que afectó de manera directa a las nueve gobernaciones del país, municipios, universidades públicas y Fondo Indígena.
El 20 de abril de 2020, el entonces presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Herland Soliz, calculó que las entidades territoriales autónomas (ETA) verán reducidos sus ingresos por concepto de la renta petrolera —Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y regalías— en un 45%, en el peor de los escenarios. Las ETA son las gobernaciones, municipios, universidades públicas y Fondo Indígena.
Para afrontar la crisis mundial ante el desplome del crudo, la petrolera estatal realizó en esa oportunidad tres posibles escenarios sobre la reducción de la renta petrolera para esa gestión. Este análisis se lo efectuó con un precio referencial del barril de petróleo WTI de $us 25, 20, 15 y 10. En el peor de los escenarios, se calculó que el país iba a recibir ingresos por un total de $us 1.164 millones frente a los $us 1.833 millones presupuestados para 2020. La caída prevista era de $us 669 millones.
Fuente: La Razón