Gracias al aumento de los precios del gas y del petróleo, las empresas volvieron a levantar equipos en Vaca Muerta para incrementar la producción .
Después de un año durísimo en la actividad hidrocarburífera, producto del derrumbe del consumo y de los precios del gas y del petróleo, Vaca Muerta finalmente vuelve a generar expectativas.
La cantidad de fracturas para hacer nuevos pozos repuntó el mes pasado y se acercó a los niveles de julio de 2019, antes de que se congelaran los precios de los combustibles y se pospusieran los aumentos en las tarifas de luz y de gas.
Según datos del consultor Luciano Fucello, country manager en NCS Multistage, el mes pasado se realizaron más de 650 fracturas, un nivel de actividad solo superado en dos ocasiones, en agosto de 2019 y en febrero de ese mismo año, cuando se superaron las 700.
La reactivación de Vaca Muerta se genera luego de que en diciembre pasado la Secretaría de Energía lanzara el Plan Gas, que garantiza a las empresas un precio promedio por el suministro de US$3,5 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector), muy superior a los US$2,30 que cobraron en promedio el año pasado. Además, el precio internacional del petróleo también está repuntando.
En enero, la cotización del Brent, que se toma de referencia en la Argentina, aumentó casi cinco dólares y pasó de US$51,09 a US$55,98. Lo que es un problema para las refinadoras locales (que no pueden trasladar el mayor del costo del insumo al precio en el surtidor) es una bendición para las empresas exportadoras, que además el año pasado se vieron beneficiadas con la reducción de las retenciones.
Dentro de este repunte, YPF lidera la actividad, con casi la mitad de las fracturas realizadas en Vaca Muerta: 291. Luego le siguen Vista Oil -la empresa fundada y dirigida por Miguel Galuccio-, ExxonMobil, Tecpetrol, Pluspetrol y Pan American Energy (PAE).
Al respecto, Galuccio indicó a LA NACION: «El contexto de precios actuales y, tomando en cuenta la baja de costos, la eficiencia y el buen desempeño productivo que tuvimos en nuestros pozos, generaron las condiciones adecuadas para seguir invirtiendo en el desarrollo de Vaca Muerta.
Tenemos por delante un 2021 con oportunidades reales de crecimiento, donde el foco estará en desarrollar operaciones cada vez más sustentables, a través de la implementación de nuevas tecnologías y más innovación».
Sin embargo, condicionó el crecimiento de Vaca Muerta al acceso al mercado financiero internacional «para garantizar los volúmenes de inversión necesarios, que permitan desarrollar nuestros recursos y seguir formando y potenciando los talentos de nuestra industria». YPF, por su parte, informó hoy que tiene en total 41 equipos activos en Vaca Muerta: 11 de perforación y 30 de terminación, y señaló que la producción no convencional alcanzó los 70.000 barriles de crudo diarios y unos seis millones de metros cúbicos de gas por día.
Para este año, el plan de inversiones asciende a US$2700 millones, de los cuales US$1300 millones serán destinados al desarrollo del no convencional. «YPF busca duplicar la producción de gas no convencional antes de mayo para cumplir con los compromisos del Plan Gas, una política que va a ser muy positiva para el país.
En la zona de gas ya operan siete equipos de perforación. Cabe recordar que, desde el tercer trimestre de 2019, YPF no tenía equipos en la zona de gas activos», dijeron en la empresa. El boom de actividad también se observa en otros yacimientos por fuera de Vaca Muerta.
Por caso, Pampa Energía -la empresa de Marcelo Mindlin- informó que «luego del resultado favorable de la licitación del plan Gas Ar ha aumentado considerablemente la actividad». En concreto, en el campo el Mangrullo está perforando cinco pozos y completando otros seis, lo que significará 50 etapas de fractura.
«En Sierra Chata, el plan de acción es perforar y completar cuatro pozos, totalizando 12 fracturas. Asimismo, estaremos completando un pozo shale que tendrá 35 etapas de fractura», comentaron a este medio.
Fuente: La Nación