Muy preocupante el estado financiero de la empresa estatal más importante de la historia argentina, YPF. En medio de la reestructuración de su deuda, varios especialistas salieron a explicar porqué terminó así una de las compañías más queridas por los argentinos. Pero hay más.
Aquí, las 5 noticias. La crisis de YPF, Pichetto elogió a CFK, millennials enfurecen a Wall St. y, ¿Tévez 2023?Tapa de Olé. Falta mucho para 2023, pero parece que algunos ya están «rosqueando».. Foto: Olé ANÁLISIS Autor sin foto cargada Por Redacción Urgente 24 miércoles, 27 de enero de 2021 · 08:57 1. Sin dudas, la peor crisis financiera de la historia de YPF
La petrolera estatal YPF, que Carlos Menem supo entregar en 1999 con un valor de mercado cercano a los US$16.000 millones y luego de Néstor Kirchner tocó los US$19.500 millones, hoy (2021) no llega a cotizar US$1.500 millones.
¿Qué fue lo que pasó para que destrozara así a una de las empresas más queridas por los argentinos?
Javier Lojo, periodista del influyente diario patagónico, Río Negro, escribió una excelente columna para explicar cómo llega YPF a transitar por estos días la peor crisis financiera de la historia, al borde del default en medio de la renegociación por US$6.200 millones y sin posibilidad alguna de pagar en marzo un vencimiento por US$400 millones tras la negativa del BCRA a girar esos billetes:
«La tragedia comenzó hace exactamente diez años. A principios de 2011 la presidenta Cristina Fernández quería entender que es lo que había acordado Néstor Kirchner con la familia Eskenazi (Grupo Petersen) y Repsol-YPF, y que beneficios concretos dejaba al país esa asociación. De los dos principales accionistas solo obtuvo respuestas esquivas y la indignación de la mandataria quedó de manifiesto.
Fue en ese momento en que pidió al entonces ejecutivo de Aerolíneas Argentinas y director del Estado en varias empresas privadas, Axel Kicillof, que realice un detallado memo con la situación productiva y financiera de la empresa petrolera. Fue el primer contacto importante entre ambos, motorizado por el entonces diputado Héctor Recalde, asesor presidencial en temas laborales y gremiales.
Estaba claro que la muerte de Néstor Kirchner había dejado sin mando varios de los negocios que había comenzado en su gestión y que él mismo lideraba. El desembarco en YPF, a través del Grupo Petersen, era uno de ellos.
Pero Kicillof también sintió el rigor de la reticencia a la entrega de información por parte de los Eskenazi y Antonio Brufau, titular de Repsol-YPF.
El primer memo llegó a manos de la presidenta en mayo de ese año. Allí el joven economista expresaba el rol que debía cumplir la petrolera -y que no lo estaba ejerciendo- en el futuro desarrollo del país, con eje en Vaca Muerta; un activo sobre del que, hasta en ese momento, poco se sabía. En este primer informe, fuentes allegadas al hoy gobernador bonaerense, aseguran que no se mencionaba la palabra expropiación.
Las noticias rápidamente cruzaron el Atlántico y en febrero varios inversores del viejo continente comenzaron a plantear la hipótesis de un enfrentamiento entre el Gobierno Argentino y la empresa Repsol-YPF.
Las reuniones de Kicillof con la presidenta se hicieron mucho más frecuentes. La ofensiva llegó sobre fin de año, cuando Kicillof toma un cargo formal dentro de Economía, como virtual viceministro de la cartera. En ese punto, la nacionalización de YPF ya estaba en el tope de sus prioridades dentro de la agenda de gestión.
Cientos son las anécdotas que existen entre aquel cálido día de febrero de 2011 y el tumultuoso mayo de 2012, momento en que se anuncia formalmente la expropiación compulsiva del 51% de las acciones de Repsol sobre la empresa YPF (…).
(…) A partir de marzo de 2011 comienza a filtrarse en el mercado la disconformidad del gobierno argentino con la petrolera Repsol-YPF. Nada de lo acordado con Néstor Kirchner podría ser respetado.
La señal golpeó de lleno en la acción de la petrolera y hasta el día de hoy nunca más se recuperó. Los números son dramáticos, pero muestran el daño que generó todo el proceso de expropiación y manejo estatal de la empresa, con el agravante de tener un activo único en el mundo: Vaca Muerta
En febrero de 2011 la acción de YPF superaba los 50 dólares en el mercado de Nueva York y el valor bursátil de empresa alcanzaba los 19.500 millones de dólares. Diez años después su valuación se la ubica en torno a los 1.400 millones de dólares.
En ese mismo período multiplicó su deuda por cuatro y pobló de empleados -tal como ocurre en muchas dependencias públicas- los distintos sectores de la empresa.
Y llegaron las consecuencias de las malas decisiones que mencionamos párrafos arriba: la firma perdió el 95% de su valor y el Estado terminó pagando a Repsol por el 51% de sus acciones poco más de 5.000 millones de dólares cuando hoy ese porcentaje no alcanza los 750 millones de dólares.
Es decir, el Gobierno abonó más de 4.000 millones de dólares por encima de lo que vale hoy la petrolera. Para tener una idea de lo que hablamos, independientemente del quebranto que significó esta maniobra para el Estado, la enorme cifra mencionada representa unas 12 temporadas de exportaciones de frutas del Valle de Río Negro y Neuquén.
Durante la presidencia de Carlos Menem se observó el mejor desarrollo. Sin embargo, fue con Néstor Kirchner cuando la acción toco sus máximos históricos: 69 dólares en septiembre de 2005.
Lo que todavía está presente en todos los argentinos, es la exposición que realizó el electo presidente en Madrid ante empresarios, pocas semanas antes de asumir. Alberto Fernández se quejó allí de la gestión de Mauricio Macri en YPF y aseguró que eso se reflejaba en el valor de su acción en Nueva York, que en ese entonces bordeaba los 10 dólares. Poco más un año después, ese mismo papel cotiza 3,7 dólares; es decir perdió más del 60% de su valor.
Más claro queda aún cuando se analiza el valor de la empresa. Carlos Menem inició el ciclo de YPF en la bolsa a un valor de 8.500 millones de dólares y terminó su gestión presidencial con una cotización cercana a los 16.000 millones. Fernando De la Rúa la recibió en este último valor y la entregó sumergida en la crisis de 2001 a poco más de 6.000 millones de dólares.
Fue solo en las gestiones de Carlos Menem y Néstor Kirchner donde la empresa pudo sumar valor, los períodos previos a la expropiación».
Alejandro Einstoss, economista, profesor UBA/UB, consultor en Energía y Servicios Públicos e integrante del Instituto Argentino de la Energía Gral Mosconi, abrió un hilo en Twitter explicando la situación actual de YPF:
«Entre 2008 y 2019 la producción total de petróleo y gas de YPF cayó 16%. En 2014 recupera un poco, pero no por nuevos descubrimientos sino porque compró la petrolera APACHE (hoy Y-Sur), que agregó 14 mil barriles/día a la producción.
La mayor parte de la producción de YPF es convencional: formaciones maduras de muchos años de producción, y alta declinación, por lo que se precipitó al desarrollo en Vaca Muerta. En 2012 la producción shale representó el 1% de la producción total de YPF, en 2019 el 19%.
Durante la cuarentena, la producción nacional cayó 11% en petróleo y 9% en gas, sin embargo, YPF fue la empresa que más ajustó la producción de gas natural – 23.3%.
Las ventas de gas oil y nafta en los últimos 12 meses caen 14% y 30% respecto de 2019. Con precios en dólares 7% inferiores a 01/2020. Las ventas de gas cayeron 16% a un precio 30% inferior. Esta combinación de volúmenes y precios explica la reducción de los ingresos de YPF.
En 9 meses del 2020 YPF tuvo pérdidas operativas por USD 1460 millones que luego de impuestos e intereses alcanzan usd 1637 millones. La pandemia encuentra a YPF en una inercia compleja de ingresos cayendo y costos crecientes.
A partir de 2012 YPF observa un aumento de su deuda financiera que pasa de USD2.500 millones en 2012 a USD 8.100 en 2016.
La decisión de estabilizar la deuda desde 2017 implica que YPF financia inversiones con su flujo de caja, que, con producción y demanda en baja depende casi totalmente de la evolución de los precios domésticos de la energía.
Al 3er trimestre 2020, YPF declara una deuda total de US$ 8.207 millones.
El 93% de la deuda está nominada en dólares, pero el 80% de las disponibilidades están en pesos. Las restricciones cambiarias impiden a YPF pagar un vencimiento de más de USD 400 millones en el primer trimestre de este año, por lo cual lanzó una agresiva oferta al mercado por ahora rechazada.
La combinación de precios, producción e ingresos a la baja, sumado a la pesada deuda que no generó capacidad de repago y restricciones cambiarias, abren incertidumbre sobre un posible default con efectos en el sector energético y en el resto del sistema productivo».
Fuente: Urgente24