Maximiliano Neri, ex Subsecretario de energías renovables de Santa Fe, comentó las disparidades que deberían existir entre los tipos de energías renovables en Argentina y cómo avanza el sector.

Matías Medinilla La situación de las bioenergías y su diferencia con la energía solar y eólica dentro de las leyes y programas en Argentina es una cuestión de discusión. Tiempo atrás especialistas comentaron que se cometió el error de contemplar a las bioenergías dentro de una serie de energías que apuntan a la generación eléctrica y no se realizó una distinción en particular.

Al respecto, Maximiliano Neri , Ex Subsecretario de energías renovables de Santa Fe, dio su opinión para Energía Estratégica y analizó los avances de este tipo de metodología: “No se terminó de tomar una decisión estratégica que genere un impulso para las bioenergías, que como sabemos es la que genera más puestos de trabajo y con más valor agregado”.

Y si bien actualmente denota interés por parte de los sectores industriales por tratar de incorporar bioenergías, es mediante un “esfuerzo muy solitario”, dado que “las medidas políticas no llegan y los tiempos se dilatan”.

“Tendríamos que evaluar la promoción de biogás a partir de la inyección en cualquier punto a precios diferenciales”, aclaró. En cuanto a disposiciones y la diferencia dentro del Programa RenovAr , Neri sostuvo que “los proyectos deben tener un proceso licitatorio específico para diferenciarse de emprendimientos eólicos y solares, que son otro tipo de negocio”.

“Las dos estrategias de desarrollo tienen que ser independientes. Desde el punto de vista técnico, la energía solar y eólica no son gestionables, por lo tanto ya tienen una forma económica de contemplarse distinta a la bioenergía”, señaló.

Entre las disparidades que mencionó se destaca que las bioenergía no sólo son biogás para generación de energía eléctrica: “El biocombustible nuevamente tiene que ser puesto en el tapete, se viene luchando hace tiempo para que se recupere las condiciones de producción y los precios para la economía de biocombustible”.

Y si bien actualmente no ve avances en la materia, sí es optimista de cara al futuro con la presencia de decisiones concretas, dado que el mandato a nivel internacional y la pandemia nuevamente pusieron en agenda la necesidad de disminuir las emisiones de gas de efecto invernadero.

“Ahí las bioenergías tienen un impacto más grande que la solar y eólica porque atacan sobre la matriz de gas y combustible. Es más eficiente para disminuir los gases de efecto invernadero, pero son solamente voluntades que vienen desde el privado”. “Hace falta estabilidad económica y que los gobiernos impulsen algo.

Pero veo una luz al final del túnel cuando alguna de las políticas internacionales que Joe Biden aplique, impacte en las empresas multinacionales y éstas inviertan dinero solamente por ese compromiso”. “Desde el punto de vista del desarrollo por la estrategia política local, veo una gestión muy pobre por ahora”, concluyó.

Fuente: Energía Estratégica