En las negociaciones, la estatal informó a la firma argentina IESA, que postergó los planes de inversión y de desarrollo en los campos productores de gas natural por lo que la oferta se vio afectada. El nuevo acuerdo reduce volúmenes de entrega.

La firma de la quinta adenda suscrita entre Bolivia y Argentina, al contrato por la venta de gas natural, deja al desnudo los problemas que tiene el Estado boliviano para poder abastecer tanto el mercado interno y externo. Lo descrito no es nuevo, de hecho, siempre analistas advertían esa situación; sin embargo, estas advertencias nunca tuvieron eco.

Pero ahora es la propia adenda, y no los expertos, la que deja al descubierto los problemas del sector, que se acentuaron durante la pandemia y paralizaron todo tipo de inversión.

En el documento, al que accedió EL DEBER, en una parte hace mención a las dificultades del país para poder cumplir con los volúmenes de exportación.

“En reuniones sostenidas entre las partes, YPFB comunicó que debido a la disminución de los precios internacionales de los combustibles, así como a la pandemia del Covid-19, se han diferido los planes de inversión y de desarrollo en los campos productores de gas natural en Bolivia, por lo que la oferta para la exportación se ha visto afectada”, señala parte de la adenda.

El documento también señala que, en dichas reuniones, la empresa Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (IESA) manifestó que “en la República Argentina subsiste una situación de demanda y oferta de gas natural que requiera la reducción de las cantidades de gas natural comprometidas en el contrato para el periodo de verano”.

El pasado 2 de enero, YPFB e IESA firmaron este documento que, entre sus principales puntos, establece una reducción de los volúmenes que exporta el país a Argentina.

Este acuerdo establece que YPFB nominará un volumen de 14 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) de gas natural para la época de invierno y 8 MMm3/d en verano.

Las cifras son menores a los que marcaba la anterior andenda, firmada en febrero del 2019, que establecía nominaciones de 10 millones MMm3/d en meses de verano y de 16 a 18 MMm3/d en invierno.

Sin embargo, en un comunicado de prensa, Yacimiento dijo que las nominaciones estarán fluctuando entre 9 y 20 MMm3/d.

Acuerdo inevitable

El ex ministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos explicó que el acuerdo refleja la realidad por la que atraviesa el sector hidrocaburífero tanto de Bolivia como de Argentina.

Del lado boliviano, demuestra la declinación de la producción de gas natural. Recordó que, en su pico más alto, en 2013, el país llegó a producir 61 MMm3/d.

“Ahora la producción llega a 49 MMm3/d, esa es la realidad”, dijo.

El especialista, Hugo del Granado sostuvo que el acuerdo refleja la posición “débil” del país a la hora de negociar.

Cuestionó el cambio en el sistema de precio para el gas, dado que el acuerdo establece el uso del “Henry Hub, “que es el indicador más bajo del mundo”.

A diciembre ese indicador estaba en $us 2,59 el millar de BTU.

Bolivia exporta gas natural a Argentina desde 2006; ese año el entonces presidente Evo Morales y su par argentino, Néstor Kirchner, firmaron un contrato que vence en el 2026.

Fuente: El Deber