El presidente Luis Arce sostuvo que en la empresa estatal “no todos habíamos pensado igual”, tras cuestionar que algunos trabajadores, más allá de ejecutivos, traicionaron los principios de la nacionalización.
Durante el acto por el 84 aniversario de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), el presidente Luis Arce demandó a los ejecutivos y trabajadores petroleros empezar en 2021 la construcción de la planta para producir biodiésel y sustituir la importación por sus efectos negativos no solo para la empresa sino para los indicadores económicos.
“Lo que hay que hacer es retomar esos trabajos el 2021, ya tenemos que estar construyendo nuestra planta de biodiésel para llevar adelante la sustitución de importación”, sostuvo y explicó que la importación afecta la capacidad financiera de la empresa estatal.
No solo eso, también tiene -dijo- efecto en el déficit fiscal por la subvención y sobre las reservas internacionales. Arce graficó la situación de la siguiente manera: “Barril que importamos implica dólares que salen, pagar más por la subvención y disminuir la producción interna”.
Bolivia subvenciona los hidrocarburos para mantener invariable el precio al consumidor final. Aunque no dio datos, Arce aseguró que la importación es creciente ante la demanda interna, por lo que ve necesario acelerar la sustitución de la importación.
Durante el acto, cuestionó la gestión en el gobierno de la expresidenta Jeanine Áñez y aseguró que esa gestión puso hasta en riesgo la provisión de carburantes.
También observó el cambio de algunos trabajadores no solo ejecutivos en los principios que guiaron la gestión de YPFB después de la nacionalización.
“Trabajadores de nuestras propia empresa estatal que traicionaron los principios de la nacionalización y eso lo tenemos absolutamente claro, no todos habíamos pensado igual”, lamentó.
Fuente: La Razón