Después de la aprobación por el Senado de la Nación de la prórroga por cuatro años más de la Ley de Biocombustibles, los gremios de la FASiPeGyBio reiteraron su preocupación por la parálisis de la actividad y piden una mesa de diálogo con todos los actores involucrados.
10.000 familias de todo el país dependen de manera directa del sector productivo de los biocombustibles. Los sindicatos del petróleo no ocultan su preocupación y una vez más expresaron su preocupación por la situación crítica del sector que ya lleva más de 3 meses sin producir ni un litro de combustible vegental.
Pedro Milla, el Secretario General de la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASiPeGyBio) viene de un via crucis frente a empresas y entes gubernamentales expresando su preocupación ante la posibilidad la inminente posibilidad de que cientos de argentinos puedan quedarse en la calle.
Los sindicatos federados señalan que la situación es fruto de una falta de una política energética que apunte a sostener la rentabilidad de las empresas, en su mayoría pymes, que en la actualidad transitan el camino de la incertidumbre, que no saben si mañana van a poder abrir sus puertas en caso de que haya una solución.
Es cierto que hace dos semanas desde el Senado de la Nación dieron una señal importante, la aprobación de la prórroga de la ley de biocombustibles hasta 2024 y el incremento del 10 por ciento en el precio de producción.
Gabriel Matarazzo, secretario de Hacienda de la FASiPeGyBio y titular del Sindicato de Petroleros de Bahía Blanca, sostuvo que los anuncios fueron “insuficientes” y no lograron solucionar la problemática.
“La realidad es que las plantas de todo el país siguen cerradas y con los trabajadores cobrando apenas la mitad de sus salarios. La falta de rentabilidad para producir está lejos de resolverse. No me corresponde defender a los empresarios, pero es verdad que con estos precios trabajan a pérdidas”, resumió Matarazzo.
El sindicalista describió la difícil situación de la actividad ante el Concejo Deliberante bahiense para solicitar el respaldo legislativa y aunar fuerzas en busca de una resolución para evitar pérdidas de trabajo en la ciudad. También señaló que los biocombustibles no recibían aumento alguno desde diciembre de 2019 y que la reciente suba del 10% “no mueve la balanza”.
“El atraso debe rondar el 40 por ciento. Nosotros estamos en contacto permanente con el secretario de Energía, que entiende la situación, pero nos dice que él depende del ministro de Economía, que evidentemente no le está dando prioridad a esta cuestión”, señaló.
Los sindicatos son conscientes que si otorgan ese aumento para que la producción de combustible sea rentable, las petroleras van a exigir traspasar esos costos al público y, por ende, aumentaría la nafta. “Creo que la traba está allí”, subrayó el gremialista.
Por eso punto, el dirigente bahiense reiteró el pedido de la Federación, ya presentado ante las autoridades competentes, de generar una mesa de diálogo con participación de todos los sectores y el gobierno.
“Muchas familias dependen de esta actividad. No se puede tomar con tanta liviandad. Es necesario conformar una mesa de diálogo y negociación con todos los actores y se llegue a un acuerdo global, que satisfaga, en mayor o menor medida, a todos y que genere previsibilidad”, cerró Matarazzo.
Semanas atrás, el propio Matarazzo junto al secretario gremial e interior de la Federación de Petroleros, Mario Lavia, mantuvieron un encuentro con el nuevo Secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, para plantear el difícil presente del sector y reclamar la participación de los trabajadores en la toma de decisiones no sólo respecto a los biocombustibles sino también en las distintas ramas de la actividad.
Matarazzo y Lavia, además de pedir por la situación de los trabajadores del biocombustible, abordaron la Ley de Hidrocarburos y se avanzó en la convocatoria de una mesa de sindicatos de todas las refinerías del país, otro tema que preocupa a la organización.
Fuente: Agencias