En lo que va de este mes, las nominaciones del mercado brasileño no han bajado de 22,46 millones de metros cúbicos día y su máximo fue 22,58 MMmcd. Argentina requirió al país hasta 15,58 MMmcd.

La reactivación económica pospandemia por la  Covid-19 y los factores climáticos, como la falta de lluvias, permiten que haya una mejora en las exportaciones del gas boliviano, principalmente a Brasil. Los envíos a este mercado alcanzan récord de hasta 22,58 millones de metros cúbicos día (MMmcd).

De acuerdo con los datos de la Secretaría de Energía e Hidrocarburos de la Gobernación de Santa Cruz, en lo que va de este mes, las nominaciones del mercado brasileño no han bajado de 22,46 MMmcd; en el caso de Argentina se  requirió hasta un máximo de 15,58 MMmcd (ver gráfica).

El secretario de la institución departamental orge Franco  afirmó ayer que esos niveles no se veían desde hace meses, tomando en cuenta la pandemia, cuando en junio el requerimiento máximo en el caso de Brasil era de 14,7 MMmcd y Argentina nominó 17,6 MMmcd, volumen alto por la época de invierno, que es cuando más requiere el combustible.

“Nuestros volúmenes de comercialización están en ascenso. La demanda del mercado brasileño y argentino ha incrementado dada la reactivación económica que poco a poco realizan estos países. Además, el envío de gas natural por el Gasoducto Gas Oriente Boliviano (GOB), destinado a cubrir las zonas de Mato Grosso, se ha reactivado y se mandan dos  MMmcd”, explicó Franco.

Mencionó que en el mercado interno también se registra la reactivación de las actividades después de una cuarentena rígida establecida en el país por la pandemia de la Covid-19. Eso hizo que la demanda interna se incremente de 5,9 MMmcd, en abril pasado, a 13 MMmcd en este mes.

“El hecho de que haya mayor demanda hace que la producción de gas registre alrededor de 50 MMmcd en los siguientes meses, lo cual son muy buenas noticias para todas las entidades beneficiarias de la renta petrolera (IDH, Regalías e IEHD). Los ingresos en los departamentos y en el país mejoran en comparación con el periodo de pandemia, aunque eso no significa que sean mejores que los anteriores años”, agregó.

Entretanto, Carlos Miranda, exministro de Hidrocarburos,  atribuyó la alta demanda de gas de Brasil a la reacción de la economía de ese país -que no ha estado muy bien desde anteriores años-, al efecto del calentamiento global y a la variación de las temperaturas, que hacen que haya menos lluvias, lo que impacta en la operación de sus hidroeléctricas.

“Por las razones anotadas, es difícil predecir con cierta precisión sobre las perspectivas de lo que suceda en los siguientes meses, ya que el problema del cambio climático es errático en su comportamiento. Pero el problema económico que hay en Brasil va a continuar; entonces, es probable que la demanda de gas boliviano esté en niveles elevados”, señaló Miranda.

Aunque también advirtió que es posible que Bolivia no pueda cumplir esos requerimientos altos, porque actualmente explota gas de campos que están en plena declinación y eso en vez de subir, la tendencia es que vaya a la baja y la capacidad de exportación irá en disminución.

Además que se debe tener en cuenta que  sólo se puede exportar los excedentes que hay de lo que se demanda en el mercado interno.

Para Raúl Velásquez, investigador de la Fundación Jubileo,  la mayor demanda de gas natural boliviano de parte de Brasil se debe a la escasez de lluvias en el vecino país, situación que provoca una menor generación eléctrica de fuente hidroeléctrica;  por tanto, un mayor uso de sus termoeléctricas.

“Esta mayor demanda es positiva para el país (aunque sea coyuntural) dado que nos encontramos en un trimestre de precios bastante más bajos que los previstos en el Presupuesto General del Estado 2020, debido a la caída en la cotización del petróleo durante el primer semestre del año, por lo que si bien no existe una compensación al menos permite paliar en algo este efecto”, analizó Velásquez.

Dijo que, ante posibles lluvias más frecuentes o de mayor caudal en Brasil, se prevé que a partir de finales de enero de 2021, la demanda de gas natural boliviano disminuya. Esta situación mantiene en plena vigencia la urgente necesidad del país de negociar nuevos contratos con Brasil y Argentina, además de ampliar los mercados, por el cambio en el contexto regional que no es de ahora y que se da desde hace cinco años, en los que nuestros principales compradores (Brasil y Argentina) se han vuelto también competidores en la producción de gas, consideró.

“Esta situación permite reafirmar la recomendación a los beneficiarios de la renta petrolera en Bolivia de procurar una distribución más equitativa y un uso estratégico de las regalías e IDH”, evidenció.

Para ello, se debe procurar la diversificación de las economías locales con base en sus potencialidades productivas, considerando que estos ingresos provienen de la explotación de recursos naturales no renovables y son comercializados a precios caracterizados por su volatilidad, recomendó el experto.

Los precios de los hidrocarburos  y  la octava adenda

Cotización El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI)  subió ayer un 3,83%, hasta 44,72 dólares el barril, impulsado por las esperanzas puestas en las vacunas anti-Covid antes de fin de año, lo que supone una mejora para las previsiones de demanda del crudo a largo plazo,  y el inicio de la transferencia de poder del presidente saliente de EEUU Donald Trump, al electo  Joe Biden. Bolivia fijó en el Presupuesto General del Estado 2020, ingresos con un precio de 51,37 dólares el barril.

Contrato  En marzo de este año para el cierre del contrato de exportación a Brasil, que terminó el año pasado, Petróleo Brasileiro (Petrobras) y YPFB firmaron la octava adenda al contrato de compra venta de gas natural, en la que se establece un volumen mínimo de entrega de 14 MMmcd y un máximo de 24 MMmcd. Los valores son inferiores a los establecidos en el periodo principal del contrato, que establecía un volumen máximo de 30,08 MMmcd y un mínimo de 24 MMmcd.

Fuente: Página Siete