El sector energético ha sufrido importantes impactos producto de la pandemia, pero es también una de las industrias que tendrán mayor relevancia en en la recuperación sostenible de la economía mundial.Así lo ven también en la Agencia Internacional de la Energía (EIA, por su sigla en inglés).
A días de la realización del Summit de hidrógeno verde que se realizará en el país, el director ejecutivo de la EIA, Fatih Birol, aborda la realidad local y global, además del potencial que tiene Chile en el que se conoce como el combustible del futuro.
El líder y principal referente global del sector energético destaca también el crecimiento “impresionante” que han tenido las centrales renovables a nivel loca, cuya expansión acelerada ha permitido adelantar el calendario para alcanzar el objetivo del 20% en energías renovables no convencionales para 2025.
-¿Qué repercusiones tendrá la pandemia en el sector energético?
“La pandemia del Cobid-19 ha causado más impactos en el sector de la energía que cualquier otro evento en la historia reciente, dejando secuelas que se sentirán en los años venideros. Dos incógnitas clave determinarán el futuro de la energía: ¿Cuánto tiempo durará la pandemia y cuán profundos y perjudiciales pueden ser sus efectos en la economía mundial? Y si los encargados de la formulación de políticas energéticas utilizarán la crisis como una oportunidad para construir un sistema energético más limpio y sostenible. Con toda esta incertidumbre, no puede, haber una sola línea de proyección sobre el futuro. En nuestro “Escenario de políticas declaradas”, la demanda mundial de energía se recuperará a su nivel precrisis a principios de 2023, pero en caso de una pandemia prolongada y caída, se retrasaría a 2025″.
¿Qué estimaciones tienen respecto a la reducción del consumo de energía este año?
“La demanda mundial de energía se reducirá en un 5% en 2020, las emisiones de CO2 derivadas del sector, en un 7%, y la inversión en energía en un 18%. Los impactos varían según el combustible. Las caídas estimadas del 8% en la demanda de petróleo y del 7% en el uso de carbón contrastan con un ligero aumento en la contribución de las energías renovables. La reducción de la demanda de gas natural es de alrededor del 3%, mientras que la demanda mundial de electricidad parece que se reducirá en un relativamente modesto 2% anual”.
¿Ve una recuperación en el mercado del petróleo?
“Nuestra última previsión prevé que la demanda mundial de petróleo descienda en más de 8 millones de barriles diarios en 2020 y se recupere en más de 5 millones de barriles diarios en 2021. Pero el mercado del petróleo sigue siendo dominado por la incertidumbre creada por el covid-19. Desde el final de la época estival del hemisferio norte, ha habido un resurgimiento de los casos en muchos países y la respuesta de los gobiernos ha sido endurecer las restricciones a la movilidad”.
-A nivel mundial, ¿qué papel deben desempeñar las potencias mundiales para avanzar en la reducción de emisiones de CO2?
“A nivel global, todos estamos en el mismo barco, si me permiten decirlo así. Necesitamos que todos los países -grandes y pequeños- trabajen en sus respectivos potenciales de reducción de emisiones. A pesar de la caída récord de emisiones mundiales este año, el mundo está lejos de hacer lo suficiente para su disminución decisiva. Solo cambios estructurales rápidos en la forma en que producimos y consumimos energía pueden romper para siempre la tendencia al alza de las emisiones. Los gobiernos tienen la capacidad y responsabilidad de adoptar medidas decisivas para acelerar las transiciones hacia la energía limpia y poner al mundo en el camino para alcanzar nuestros objetivos climáticos, incluidas las cero emisiones netas”.
-¿Cómo evalúa el progreso que han tenido las energías renovables en Chile?
“La capacidad renovable de Chile mostró un crecimiento impresionante y aumentó un 50% desde 2015, impulsada por la energía eólica y la solar fotovoltaica. En muchos frentes, Chile ha establecido ejemplos de buenas prácticas en los últimos años”.
“En primer lugar, con un inteligente diseño de subastas tecnológicamente neutrales, ha logrado mejorar la competitividad del sistema sin poner en peligro su estabilidad. En segundo lugar, la estrategia de flexibilidad que se está preparando y sobre la cual la AIE ha proporcionado aportes técnicos es una medida extremadamente importante para asegurar ulteriores avances. Con esta estrategia, Chile será uno de los primeros países en establecer un marco tan completo para la flexibilidad”.
-¿Es aconsejable acelerar el proceso de descarbonización para llegar más rápido a ese objetivo?
“Por supuesto que la ambición siempre es algo bueno, y los planes generales de descarbonización en Chile ya son ambiciosos. Esta ambición a nivel nacional es muy necesaria para alcanzar los objetivos globales de descarbonización. Chile puso en marcha un proceso integral, consultando a muchas personas interesadas, sobre la salida gradual del carbón y encontró una solución de compromiso como resultado de esas deliberaciones; esto formó parte del proceso de adopción de decisiones políticas en Chile. Creo que Chile va en la dirección correcta. Como ocurre con cualquier objetivo a largo plazo, será aconsejable verificar si el proceso debe adaptarse en el futuro a medida que evolucionen las circunstancias”.
Fuente: El Mercurio