El proyecto de ley 3368/20 determina que, a partir de 2030, los automóviles y vehículos utilitarios ligeros fabricados en Brasil o importados utilizarán exclusivamente biocombustible, como el etanol. La migración al nuevo estándar será gradual.
Según la propuesta que se está tramitando en la Cámara de Diputados, en 2030 la norma se aplicará a todos los vehículos con motores de 1.6 a 1.8 cilindros. Luego, será el turno de los autos 1.4 a 1.6 (en 2033) y 1.4 hacia abajo (en 2035).

El proyecto exige que incluso los coches eléctricos salgan de fábrica adaptados para recibir biocombustible, convirtiéndose, en la práctica, en vehículos híbridos.

El texto es de autoría del diputado José Mario Schreiner (DEM-GO). Según él, la propuesta fomenta el uso, en Brasil, de etanol, un biocombustible que tiene varias ventajas, principalmente ambientales, sobre la gasolina y el diesel.

«Al evaluar el ciclo de vida completo del combustible, el etanol proporciona una reducción de hasta un 90% en la emisión de gases de efecto invernadero», dijo Schreiner. Otras ventajas señaladas por él son la menor emisión de partículas a la atmósfera y la mayor capacidad de biodegradación.

Para garantizar el abastecimiento del mercado nacional de biocombustibles, el proyecto obliga a los gobiernos federal y estatal a desarrollar programas de incentivos y financiamiento para la producción de etanol y otras fuentes de energía renovable.

Motor flexible

Según el proyecto, hasta que se complete el período de migración para el biocombustible, los fabricantes de vehículos deberían aumentar la eficiencia de los motores flexibles (flex fuel), con el objetivo de lograr la paridad entre el etanol y los combustibles fósiles.

El objetivo es llegar al 2030 con motores propulsados ​​por etanol que tengan el mismo rendimiento que los propulsados ​​por gasolina.

Fuente: TN Petróleo