La previsibilidad para los inversores puede venir del nuevo plan gas, que se aplicaría desde octubre, y de la ley de inversiones petroleras, que anunció el presidente Alberto Fernández. Serían dos herramientas fundamentales para apalancar a la industria de los hidrocarburos, a la espera de una mejora en las condiciones después de la pandemia, dando un plano de certidumbre a las productoras.Gustavo Pérego, director de ABECEB, considera que la actividad tendrá una tenue recuperación en los próximos meses. Sin embargo, la recuperación del PBI a los niveles del 2019 recién podrían verse para 2022 y 2023. El impacto de la pandemia fue severa en todas las actividades, en especial en la producción de petróleo y gas y en aquellas que dependen directamente de esos recursos no renovables. «El gobierno debe retomar la agenda de la ley de inversiones para el petróleo, que se paró por la crisis que generó la pandemia. Y debe ser consciente de las capacidades presupuestarias para dar incentivos y no quedarse corto como le pasó al gobierno anterior.

Tiene que ser equilibrado», manifestó el director de ABECEB en el diálogo con +e. «El sector necesita una nueva ley de hidrocarburos para poder lidiar con los costos excesivos que tiene la producción en la Argentina, para afrontar los problemas relacionados al movimiento de capitales y dar mayor certidumbre a los operadores y a los prestadores de servicios especializados. La ley petrolera tiene que salir para dar certidumbre a los inversores en un sector donde el riesgo es alto», expresó Pérego. «El gas puede ser un tractor más importante y ahí vamos a ver cómo juegan un poco más los precios y si el nuevo marco regulatorio resulta un poco más positivo con respecto a la inversión», explicó. Pérego aclaró que el acuerdo de la deuda «desahoga pero no soluciona los problemas de fondo» y por eso el gobierno argentino todavía no está en condiciones de permitir que fluyan los fondos en el mercado, por lo tanto seguirán las restricciones con los dólares. De acuerdo a Pérego, la Argentina todavía tendrá que esperar para convertirse en exportadora de GNL. Son inversiones del grado de 5000 a 8000 millones de dólares que la economía del país no está en condiciones de recibirlas. Sin embargo, las exportaciones aún pueden pensarse como un factor de desarrollo. Con el tiempo, las economías del mundo necesitarán gas natural y la pandemia permitió que varias empresas pudieran enviar al exterior crudo Medanito.

«Argentina pudo volver a exportar Medanito, es muy bueno para las operaciones convencionales y dio espacio para hacer algunas operaciones no convencionales. Esta vuelta al mercado internacional es un buen augurio de que la estrategia productiva empiece a mirar el mercado local y el mundial, más allá de los precios internacionales. Vaca Muerta no puede sostenerse del consumo local o ser puramente gas», sostuvo. «La salida exportadora es un punto importante para Vaca Muerta porque el año que viene va a verse una recuperación importante en el mundo. El gas va a ser clave ahora en el mercado interno por el desequilibrio de la producción, pero en el largo plazo va a estar atado a la condición macroeconómica y eso le va a ser problemático», expresó. «Vaca Muerta está mejor posicionada en la actualidad gracias por la curva de aprendizaje, donde los costos han bajado considerablemente.

Se ve en la inversión, en las estrategias de las empresas, especialmente de YPF que lidera el mercado», agregó Pérego. Además, destacó que el arreglo del país de su deuda podría facilitarle el camino a empresas con el perfil de Vista Oil & Gas, que se fondean en el exterior. El gasto público para sostener los sueldos y los empleos en la pandemia es una variable que el gobierno de Fernández tendrá que manejar con cautela, puesto que podría traducirse en inflación si los planes repercuten en movimiento económico. «Es el mismo dilema de todos los países que tomaron decisiones similares. La combinatoria va a ser muy compleja y va a impactar en el petróleo», remarcó.

Fuente: La Mañana de Neuquen – Argentina