Con el precio del petróleo en $us 30 el barril ambos proyectos son inviables. La producción en Argentina se reducirá. En Brasil, se postergó la licitación de Presal. Expertos recomiendan que YPFB apure una adenda con el Estado argentino y las ventas a empresas brasileñas
‘Vaca Muerta, is dead’, así escribía un usuario de Facebook tras leer un reporte realizado por Bloomberg, publicado por el diario Perfil, sobre la situación del principal proyecto hidrocarburífero de Argentina. La inestabilidad de precios hizo que su explotación sea, por el momento, inviable por los altos costos. No es el único, El Presal, megacampo brasileño, tiene los mismos problemas en un contexto global y económico contagiado por el coronavirus, estos dos yacimientos también fueron ‘infectados’.
Pero mientras unos pierden, otros ganan, y Bolivia, según dos expertos consultados podría apurar una nueva adenda con el Estado argentino para la venta de gas y lograr nuevos acuerdos para exportar mayores volúmenes al sector privado brasileño.
En el caso concreto del yacimiento argentino Vaca Muerta, según el reporte de Bloomberg, todas las apuestas de explotación están canceladas debido a dos factores: la guerra de precios, entre Arabia Saudita y Rusia, y el coronavirus que hizo que la demanda china de crudo se detenga. Con precios que tocaron mínimos históricos de hasta $us 20 por barril, si bien las proyecciones se recuperaron; el panorama todavía luce complejo.
“Cualquier plan para la perforación de prueba, la producción en fase inicial y las inversiones en infraestructura se pospondrán”, asegura Ignacio Rooney, analista de petróleo en Buenos Aires para la consultora Wood Mackenzie, citado por Bloomberg.
En esa línea, un reporte hecho por el periódico La Nación de Argentina, señala que el Gobierno y los operadores privados en Vaca Muerta, coinciden en que un precio debajo de los $us 45 por barril de petróleo paraliza toda la industria.
Una situación similar se presenta en Brasil, los actuales precios motivaron al Ministerio de Minas y Energía suspender la segunda fase de la ronda permanente para áreas de petróleo y gas y la séptima ronda del Presal, que probablemente se postergue hasta 2021 para dar al Congreso tiempo para discutir actualizaciones en las reglas de los contratos de producción compartida destinadas a aumentar el interés de los inversores.
El especialista en hidrocarburos, Hugo del Granado, señaló que uno de los más afectados con esta coyuntura es Argentina, más que a Brasil, porque el país vecino tenía producción que salía de Vaca Muerta, y esto abre una posibilidad para el gas boliviano, tomando en cuenta la cercanía del invierno, época de mayor demanda en el país vecino.
“ YPFB debe llegar a un acuerdo lo más rápido posible con Argentina, de tal manera que sepamos cuáles son los volúmenes sobrantes que tendríamos para vender a Brasil. Petrobras decidió comprarnos como mínimo 10 millones de metros cúbicos por día (Mmm3/d) como un volumen fijo, y Bolivia debe buscar clientes por encima de ese margen” señaló.
Para el experto es importante que Bolivia sepa leer la situación y atar un acuerdo. “Eso no están haciendo los negociadores bolivianos. Estamos entrando en época de invierno en Argentina, que es cuando más gas demanda. Es una coyuntura auspiciosa para el país”, dijo.
En esa línea, el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, explicó que Vaca Muerta ha concentrado la mayoría de los esfuerzos de las empresas y el gobierno argentino, y una caída de precios como la ocurrida dificulta la producción de petróleo y gas no convencional porque no cubren los costos de producción, con precios por debajo de los $us 35.
“En Argentina, cualquier productor de petróleo por debajo de los $us 35 no puede ser competitivo, lo mismo con el gas. Ningún productor puede cubrir sus costos con $us 2,5 el BTU, mientras siga la caída del precio del petróleo”, señaló.
Por eso, según Ríos, varios actores de este negocio han propuesto que el Estado subvencione el costo del petróleo a un precio de $us 50, si no ocurre esto la producción caerá.
“Si esto pasa seguramente se abre la posibilidad de más gas de Bolivia”, dijo.
En el caso de Bolivia, dijo que el país venderá gas a Brasil y Argentina a un en precio de $us 3 el BTU, pero la gran ventaja del país es la inversión en ductos que tiene hasta estos dos mercados.
Sin embargo, los bajos precios no atraerán inversión en exploración que tanto necesita Bolivia, a menos que se cambie el régimen fiscal con el que operan las petroleras en el país.
“Necesitamos un sistema fiscal de acorde a la zona en que se está produciendo. Todos los países van a sufrir el impacto, incluso Bolivia. En Argentina y Brasil no habrá nuevos proyectos”, señaló.
Ríos insistió que, ante una caída en la producción de Argentina, por las características que tiene el shale gas, que se extrae de Vaca Muerta, se podría apurar una adenda con ese país, porque la actual es muy complaciente y desventajosa para Bolivia.
“Argentina va a tener que hacer una planificación de cuánto gas necesitará, para que el resto se pueda colocar en el mercado de Brasil», dijo.