El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI, de referencia para establecer el precio de exportación del gas natural boliviano) cerró ayer con una caída del 9,5% y dejó el precio del barril a 28,70 dólares, su nivel más bajo en cuatro años.

La caída del crudo se debió a la propagación de la pandemia del coronavirus por todo el mundo, lo que paraliza la actividad y la demanda global de petróleo.

Al final de las operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros de WTI para entrega en abril restaron 3,03 dólares respecto a la sesión previa del viernes, para dejar el barril en 28,70 dólares, reportó EFE.

En el caso del Brent del mar del Norte que cotiza en Londres, perdió un 11% y dejó el barril de petróleo a 30,05 dólares. Se trata de los precios más bajos en cuatro años luego de que la semana pasada el crudo cayó 25%.

“El cierre de empresas y el confinamiento (de personas en sus casas) en algunos países hará bajar la demanda de petróleo todavía más de lo anticipado hace algunas semanas, explicó a la AFP el analista Fawad Razaqzada.

El crudo es “rehén”, por un lado, de una demanda mundial a la baja producto de las medidas adoptadas por los países para detener el contagio de coronavirus, y por el otro, de la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, los mayores productores mundiales de petróleo, que no alcanzaron un acuerdo para un recorte de producción adicional respaldado por Riad para detener la caída de los precios.

Ls analistas alertan de que los precios del petróleo están comportándose de manera “extremadamente negativa” a la situación y que todavía no se llegó al fondo de la caída de su precio.

Y es que el petróleo continúa afectado tanto por el lado de la demanda como por el de la oferta. El brote de coronavirus supone una demanda más baja de crudo a medida que las personas reducen sus viajes, por ejemplo, mientras que un colapso en las conversaciones de la OPEP significa que pronto podría haber un exceso de oferta a medida que Arabia Saudita aumente la producción a un récord de 13 millones de barriles por día.

El movimiento a la baja se produce incluso después de que el presidente Donald Trump anunció el viernes pasado que el Departamento de Energía compraría petróleo crudo para el sistema de reserva nacional en un intento por aumentar los precios.

En este contexto, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en abril cayeron unos 20 centavos hasta los 0,689 dólares el galón, y los de gas natural, con vencimiento el mismo mes, bajó unos cinco centavos hasta los 1,81 dólares por cada mil pies cúbicos, reportó la agencia EFE.

El Gobierno boliviano dijo que la caída de los precios se percibirá en el país en tres meses.

Fuente: PAGINA SIETE