La importación de combustibles y lubricantes creció en algo más de 800 por ciento en las últimas décadas. Pasó de 115 millones de dólares en 2003 a 1.629 millones de dólares en la gestión pasada, informaron las expertas de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) Isabel Chopitea y Susana Anaya.

La información se conoció en la presentación del estudio realizado por la ANH, en coordinación con la Fundación Jubileo, denominado “De la nacionalización a la importación de hidrocarburos”.

Durante la exposición salió a luz que el incremento en la importación de combustibles responde particularmente a dos factores: un mayor parque automotor y la baja en la producción nacional.

“Como consecuencia de la disminución de la producción de líquidos en los campos, la producción de diesel oil, gasolina especial y lubricantes ha caído más que proporcionalmente, mientras la demanda de estos derivados es creciente (parque automotor) en el mercado interno”, explicaron las expertas.

La merma en la producción ocasiona que las refinerías operen por debajo de su capacidad instalada, sin lograr cumplir con el objetivo de las instalaciones, reducir, bajar el costo destinado a la subvención de los carburantes.

“La brecha entre demanda y oferta de estos derivados se cierra mediante la importación de volúmenes crecientes, lo cual repercute sobre la balanza comercial (divisas) y el déficit fiscal, por la erogación de subvenciones”, agregaron.

Subvenciones

En este proceso complicado hidrocarburífero, la falta de combustibles líquidos significa la erogación millones de dólares del Estado para subvencionar los combustibles.

Cabe señalar que la subvención a los hidrocarburos en 2018 alcanzó a 727 millones de dólares.

“Para 2019, la subvención continúo subiendo, en este periodo alcanzó a 794 millones de dólares”, señala el documento que se dio a conocer.

Según el estudio realizado por las expertas sobre la evolución de las importaciones de diesel oil, gasolina especial y lubricantes, en 2019 es el periodo en que se destinaron mayores recursos económicos para mantener los niveles de los precios bajos de los combustibles en el país.

De 74 millones de dólares que se destinaban para subvencionar los hidrocarburos, en 2019 estos llegaron a 794 millones de dólares.

Por ejemplo, en 2019 el costo internacional del diésel fue de 8,88 bolivianos, pero en Bolivia se comercializa a 3,72 bolivianos, en tanto, el precio de la gasolina especial a nivel internacional estaba en 8,68 bolivianos por litro, en Bolivia tiene un costo de 3,74 bolivianos.

Entonces, el Tesoro General del Estado asume la diferencia con relación a los precios internacionales.

Para 2020

El Presupuesto General del Estado de 2020 aumenta en 11,3 por ciento los recursos para la importación de combustibles.

El monto por ese concepto pasó de 18.861 millones de bolivianos (2.700 millones de dólares) en el presupuesto del año pasado a 21.268,5 millones de bolivianos (3.055 millones de dólares) en 2020, asignado a la partida de gastos de bienes y servicios de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales bolivianos (YPFB).

Principales proveedores

Según el IBCE, en 2019, la importación de diésel alcanzó un nuevo récord sumando 992 millones de dólares, siendo los principales proveedores Argentina con una partición del 31%, seguido de Chile con el 27% y Suiza (13%).

La importación de gasolina alcanzó un nuevo récord con 563 millones de dólares, teniendo como principales países de origen a Argentina con una participación sobre el total del 28 por ciento, Rusia (11%) y Singapur (10%).

BOLIVIA REQUIERE REDUCIR GASTOS

El exministro de Hidrocarburos Alvaro Ríos refiere que Bolivia tuvo un ciclo de bonanza económica con ingresos basados sobre todo en la venta de gas a los mercados de Argentina y Brasil, señala un reporte.

Explica que hubo grandes ingresos fruto de los mayores volúmenes enviados a los dos mercados vecinos, así como de los altos precios del energético en el mercado internacional entre 2007 y 2014.

Pero señala que la situación actual es diferente. Ahora Bolivia importa cada vez mayores volúmenes de diésel y gasolina, por lo que se requiere de manera urgente disminuir el gasto de divisas por importación de combustibles, a través de legislación que incentive la producción en campos pequeños y maduros.

Fuente: LOS TIEMPOS