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En 2014 se dio el nivel más alto de producción con 59.3 MMmcd.
En 2019, la producción de gas natural en Bolivia fue de 45.1 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd), la más baja desde 2011 y 6.8 MMmcd menos que en 2018, según el Primer Informe de Situación Nacional de YPFB, presentado la semana pasada por el presidente de la empresa estatal, Hernan Solíz en La Paz.
El 80% de la producción provino de cuatro campos, liderados por Margarita-Huacaya (33%), seguido por campo Sábalo (25%), Incahuasi-Aquío (14) y San Alberto (8%). El otro 20% es producido por el resto de los campos gasíferos.
A partir de 1999, Bolivia comenzó a exportar gas natural a Brasil lo cual generó un despegue en la producción que hasta entonces no había superado los 10 MMmcd.
Con el desarrollo de los campos San Alberto y Sábalo, la producción de gas para atender especialmente el mercado brasilero, Bolivia en 2001 produjo 13.4 MMmcd, en 2002; 16.5, en 2003; 19.1, en 2006; 35.5, en 2016; 56.3 y en 2019 45.1 MMmcd.
A partir de 2010 el impulso a la producción de gas natural se dio con la adenda de compraventa con Argentina, lo que permitió el desarrollo del bloque Caipipendi (Margarita-Huacaya), el cual está hoy en su esplendor.
El pico de producción nacional fue en 2014 con 59.3 MMmcd cuando los precios del petróleo bordeaban los 100 dólares, lo que permitió al país ingresos extraordinarios por concepto de tributos petroleros.
PRODUCCIÓN NACIONAL DE GAS NATURAL
HIDROCARBRUROS LÍQUIDOS
Por su parte, la producción de petróleo y condensados, tuvo en 2019 su nivel más bajo en once años, con un volumen de 45.080 barriles diarios (Bbl/d), provenientes en un 80% de los hidrocarburos líquidos producidos con el gas natural. Esta ecuación hace que la producción de líquidos sea altamente dependiente del gas.
El año 2000, Bolivia producía 31.500 Bbl/d, en 2006; 48.560, en 2014 logró el pico de producción con 63.100 Bbl/d y, en 2019, 45.080.
De los condensados provenientes de los campos de gas natural y del crudo liviano que proviene de los campos petroleros, se extraen los derivados para el consumo interno; gasolinas y diésel.