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El inicio del proceso de construcción de plantas de separación e industrialización no fue sencillo. En plantas de separación e industrialización se invirtieron $us 2.156 entre 2013 y 2019, según datos de YPFB hasta septiembre de 2019.
El 14 de julio de 2008, el representante de Catler-Uniservice, Tomás Melano, y el entonces presidente de YPFB, Santos Ramírez, firmaron el contrato para la construcción de la Planta Separadora de Líquidos de Río Grande, en el departamento de Santa Cruz.
El contrato tuvo grandes irregularidades al punto que salpicaron hechos de corrupción que terminaron separando a Ramirez del cargo y desentramándose un escándalo que hasta hoy tiene en la cárcel al entonces ejecutivo de la estatal (con arresto domiciliario desde noviembre 2019), el cual fue condenado a 12 años de cárcel junto a otros funcionarios. Las investigaciones también revelaron que la sociedad Catler-Uniservice había sido creada tres días antes de la firma del contrato el cual había sido acordado con sobreprecio.
Sin embargo, el objetivo de construir la planta de separación de líquidos seguía en pie y años después, en 2013, la misma se erigió con una inversión de $us 191 millones, la cual separa los líquidos del gas natural que se acopia en Río Grande, a 50 km de Santa Cruz de la Sierra, antes de enviarlo al mercado de Brasil.
Posteriormente, el proceso de inversiones en plantas continúa con la construcción del complejo de Gran Chaco, posteriormente nombrada Planta Separadora de Líquidos Carlos Villegas, en homenaje al fallecido presidente de YPFB e impulsor de la infraestructura.
La planta inaugurada el 24 de agosto de 2015 con una inversión de $us 680 millones, está ubicada en Yacuiba, provincia Gran Chaco del departamento de Tarija, tiene una capacidad de 2200 toneladas métricas diarias (TMD) de Gas Licuado de Petróleo. La producción de GLP en esta planta separadora que fue pensada para producir excedentes exportables de GLP, tiene un promedio de 584 TMD con datos del año 2018.
Por su parte, la producción de GLP en la planta separadora de Líquidos Río Grande, que fue pensada para satisfacer el mercado interno, tiene un promedio de 302,93 TMD para el año 2018, un promedio del 83% en relación a su capacidad máxima, que es de 361 TMD.
Enclavada en la misma locación que la planta de separación de Río Grande, en febrero de 2016 se inauguró la Planta de Licuefacción de Gas Natural (GNL) con el objetivo de implementar el proyecto de mini GNL (conocido en la industria como Small LNG) mediante el cual cisternas especiales transportan el gas natural líquido a estaciones de regasificación a 27 poblaciones rurales del país en diferentes departamentos, para luego ser distribuido mediante redes domiciliarias.
Este proyecto tuvo una inversión de $us 258 millones tomando en cuenta la construcción de la planta, 33 pequeñas plantas de regasificación (estaciones satelitales), equipos de transporte e inversiones complementarias.
Por otro lado, en septiembre de 2016, se inauguró la planta de Amoniaco y Urea, cuya construcción demandó $us 976 millones para una capacidad de producción de 600.000 toneladas de urea al año.
La planta, a través de un proceso de combustión, obtiene dióxido de carbono e hidrogeno del gas natural, y esos componentes se mezclan con el aire bajo ciertas condiciones físico químicas que permiten generar amoniaco, que es la materia prima para producir urea.
En febrero de 2019 se puso en marcha la planta petroquímica de Tuberías y Accesorios de Polietileno, operada por la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH), la cual fue creada para abastecer la demanda generada en el país respecto a redes para gas y redes para agua, así como tuberías de aluminio flexible con doble capa de polietileno (PE-AL-PE).
La planta está ubicada en El Alto en los predios del Parque Industrial de Kallutaca, y tuvo una inversión de $us 13 millones.
PROYECTO
De otra parte, el 30 de agosto de 2019, las autoridades lanzaron la licitación pública para contratar una empresa de ingeniería para la construcción de la planta de propileno y polipropileno, que sería emplazada en el municipio de Yacuiba, departamento de Tarija, localidad de Palmar Chico a 10 Km al norte de la Planta Separadora Carlos Villegas, con una inversión de $us 2.200 millones mediante un crédito del Banco Central de Bolivia.
La planta tiene el objetivo de que extraer propano y butano que produce la Planta separadora Carlos Villegas, para producir plásticos duros (propileno y polipropileno). Se espera que comience a operar en 2025. Hasta el momento, se han invertido $us 23 millones en la Ingeniería Básica Conceptual y los procesos de desarrollo de productos, según datos de YPFB.
Sin embargo, el proceso de licitación de esta planta, no ha terminado. El nuevo Gobierno deberá definir la suerte de esta licitación, aunque por el momento ha anunciado revisar estos proyectos.
En total, hasta ahora se han invertido $us 2.156 millones tomando en cuenta la construcción de todos los proyectos de separación e industrialización y, hasta la puesta en marcha de la planta de propileno y polipropileno (2025), en que caso de realizase, se habría invertido $us 4.333 millones en este segmento del donwstream.
En varios los proyectos se ha cuestionado su viabilidad económica, su pertinencia y su rentabilidad. Las auditorias anunciadas y el tiempo tendrán la respuesta.
Fuente: Revista Petróleo&Gas