En todo el mundo, la presión para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero ha llevado a los productores de acero a buscar soluciones que puedan reducir el impacto de la producción industrial en el medio ambiente sin perder competitividad.

En Japón, donde los objetivos de reducción de emisiones se encuentran entre los más audaces del planeta, las empresas parecen estar más cerca de reducir a cero las emisiones de este contaminante de la producción de acero. Todo gracias a una gran cantidad de tecnologías que ya están en funcionamiento, según Koji Saito, líder de investigación y desarrollo de Nippon Steel Corporation (NSC).

El experto de la mayor siderúrgica japonesa estuvo en Brasil para asistir a la sesión plenaria «Desafíos de la industria del acero y la minería», que se celebró dentro del calendario de la SEMANA ABM 2019. En la ocasión, mencionó algunas innovaciones que han permitido a las fábricas de su país reducir drásticamente la reducción de emisiones de CO2.

Entre ellos, un proceso que permite el uso de residuos plásticos como entrada para agregar a la cámara del ‘alto horno’. Otra técnica que se destaca es el RHF (horno rotativo de hogar), que consiste en un proceso de reducción directa en un horno rotativo. Con esta solución, es posible recuperar metales valiosos como el zinc del polvo producido durante el proceso de fabricación de acero, así como reducir el consumo de agentes reductores como el coque.

Para Saito, el desarrollo tecnológico es la clave para resolver la necesidad de reducir las emisiones globales de dióxido de carbono. En Japón, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero es una cuestión de Estado y sector empresarial. En 2007, el gobierno creó la iniciativa Cool Earth 50 para fomentar el uso de tecnologías de ahorro de energía y hacer compatible la protección del medio ambiente y el crecimiento económico. Además, se creó el Curso 50 (Reducción final de CO2 en el proceso de fabricación de acero por tecnología innovadora para Cool Earth 50).

Al reunir a las cinco fábricas integradas más grandes del país, Curso 50 trabaja para reducir las emisiones de los altos hornos japoneses en al menos un 30% para 2030. «Este es el primer paso importante hacia el acero con carbono cero», dice el investigador en Nippon Steel.

Además de las soluciones para la reutilización de materiales, Saito apuesta por el uso de gas hidrógeno en el proceso de reducción directa como la medida principal capaz de impactar positivamente las emisiones de gases de efecto invernadero en la industria del acero. Después de todo, a diferencia de otros materiales combustibles, el hidrógeno cuando se quema básicamente produce vapor de agua.

Saito explica que los procesos convencionales de fabricación de acero basados ​​en altos hornos utilizan gas CO para eliminar el oxígeno del mineral de hierro. Debido a que el gas CO tiene un tamaño molecular más grande, es difícil que las moléculas penetren en el mineral de hierro. Por otro lado, el gas H2, con un tamaño molecular mucho más pequeño, tiene una mayor tasa de penetración en el mineral de hierro, lo que agrega más eficiencia al proceso de reducción de altos hornos.

Fuente: TN Petróleo – Gentileza TNS Latam – Edición CBHE NEWS.-