La designada eurocomisaria de Energía, Kadri Simson, anunció que el gas será la clave para alcanzar la neutralidad climática en 2050.
La designada eurocomisaria de Energía, la liberal estonia Kadri Simson, anunció que diseñará una política centrada en la lucha contra el cambio climático pero sin mermar la competitividad de las empresas vía precios. Explicó que en la búsqueda de ese objetivo tendrán un rol central las energías renovables y el gas.
«El gas va a desempeñar un papel clave en la transición hacia la neutralidad climática», señaló Simson y vaticinó que en el futuro «no hablaremos tanto de gas natural sino de biogas, de hidrógeno y de nitrógeno».
El mensaje de inicio de gestión que brindó ante las comisiones del Parlamento Europeo para Industria, Investigación, Energía y Medioambiente, coincidió con el anuncio del primer ministro de Estonia, Jüri Ratas, de que su Gobierno cambia de posición y ahora apoya el objetivo de neutralidad climática en 2050.
Junto con Hungría, Polonia y Chequia, Estonia era hasta ahora uno de los países de la Unión Europea (UE) que no respaldaban la meta de no emitir más emisiones contaminantes de las que sea capaz de absorber en 2050.
Simson, de 42 años y exministra de Economía de Estonia, pidió alcanzar la «neutralidad climática dentro de un mercado único interconectado y que funcione adecuadamente».
«Sí, apoyo la neutralidad climática. Creo que es una buena idea si queremos alcanzar los 1,5 grados como máximo de incremento de las temperaturas en 2100 como marca el Acuerdo del Clima de París», dijo.
La futura comisaria de Energía, cargo que -con el añadido de Acción Climática- actualmente ocupa el español Miguel Arias Cañete, subrayó la viabilidad económica del cambio de paradigma: «Podemos ser neutrales en el cambio climático y mantener la competitividad de las empresas», dijo y agregó que «hay que seguir de cerca» los precios.
«Somos líderes mundiales en patentes energéticas pero nuestras inversiones no están avanzando al ritmo adecuado», reconoció Simson y propuso convertir parte del Banco Europeo de Inversiones (BEI) «en un banco para el clima».
Para por esa vía aumentar «la inversión en redes y en mejorar el almacenamiento, así como la digitalización del mercado energético».
EL FIN DEL CARBÓN
«No habrá una solución que pueda aplicarse a todas las regiones por igual, sino que habrá que diseñar respuestas específicas», contestó Simson al ser preguntada por el futuro de las regiones carboneras de la UE, como Asturias, Aragón y Castilla y León en España.
La eurocomisaria reconoció que estas regiones serán de «las más afectadas» dentro de una transformación energética en la que «pueblos desde Galicia hasta Silesia que van a tener que enfrentarse a numerosos cambios».
Simson dijo que esta transición a un modelo de neutralidad climática, además del apoyo del BEI, estará respaldada por instrumentos como un Fondo de Transición Equitativa Justa para «apoyar a las regiones dependientes en carbón, hasta que alcancen cero emisiones».
Este fondo será administrado por la candidata a comisaria de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira.
«Otro de los elementos claves es la lucha contra la pobreza energética, que afecta al 8 % de la población europea, unos 50 millones de ciudadanos», agregó la eurocomisaria.
Fuente: TNS Latam